lunes, octubre 30, 2006

Shara


Sharasojyu
Dir. Naomi Kawase
Japón 2003





Un matrimonio, años después de haber perdido a uno de sus hijos, sigue intentando superar el suceso, y marchar hacia delante. Con el hijo que les queda, y uno por venir, intentan, sin dejar de lado sus recuerdos, llevar una vida en familia como otra cualquiera; pero el peso de lo que ocurrió años atrás les sigue persiguiendo.




* “Shara” es cine que cobra vida; que nos arrebata del asiento para arrojarnos a una dimensión donde el cine te devuelve la mirada; te habla; y hurga dentro de ti.
Naomi Kawase viene del mundo del documental, pero no estoy seguro de que esto explique por sí solo el porque su cámara nos hace casi reales las ficciones que nos presenta; complicándonos de tal forma en ellas. Tan desnudo, hondo e intimista es el cine de esta directora.
“Shara" escapa al análisis superficial; a la mayoría de lugares comunes, y parece revolverse cuando intentamos presentarla a través del lenguaje y las palabras; pues, si casi no le han hecho falta a ella para desarrollarse, no se, igual es que son incompatibles; y el nuestro no es su lenguaje. El caso es que tendré que limitarme a pescar en lo más o menos tangible del film, e indicar aquello, que en conjunción con eso, me ha dejado esta sensación, y la convicción de que por este camino esta directora hará sombra a muchos de los grandes.

* Y de sombras va “Shara”; un drama, de ritmo pausadísimo y parco en diálogos, que con un estilo sobrio y desnudo, falto de cualquier artificio, nos expone todo un universo sensitivo de una intensidad y honradez brutales.
La primera escena ya resulta imponente: esa cámara persiguiendo a los dos hermanos, Shun y Kie, por la calle; la súbita desaparición de uno de ellos, de Kie; la aplastante sensación de soledad de Shun; la simple vista de la casa que hace esquina; el plano del frondoso árbol del patio, que se alza tras la tapia, agitándose con el viento. No se que tiene esta simple secuencia que pone la piel de gallina; que te advierte que no estás ante algo convencional, ni siquiera entre el cine con más visos de profundidad. No se como en unos minutos, sin haberte dado aún tiempo a introducirte en la película, en trama o historia alguna; habiendo estado solo expuesto a las espaldas de dos niños..., no se como, pueden tener tanta fuerza las imágenes.
A continuación hay un gran salto temporal; de años (como en “Suzaku”; anterior film de Kawase), pero el impacto de esos primeros minutos y la sensación que te dejan no se disipan, acompañándote en ese impulso hacia delante. Lo que devendrá a lo largo del film irá moldeando esa sensación primera.
Ahora nos encontramos con la misma familia, años después, viviendo una existencia en apariencia normal y tranquila. Pero el desasosiego inicial no os ha abandonado. Y al poco nos vamos percatando de que no es todo tan plácido como parece; que cierto clima de abatimiento pesa sobre la familia. Sus miembros, en principio, parecen haber superado la pérdida sufrida años atrás, y haber continuado con sus vidas como buenamente pudieron: ella está embarazada; el trabaja, y anda ahora ocupadísimo con la organización del festival “Shara” de la ciudad; y Shun va al instituto, pinta, y sale con una amiguita que se ha echado. Todo da una impresión de vida sencilla y plácida; pero no es del todo así. En realidad el fantasma de Kie no les llegó a abandonar nunca, y ha estado presente en cada uno de los pasos que han dado desde entonces. En él se debaten intentando recuperarse; hermanar el recuerdo con el presente, y el porvenir; y esa lucha interior está plasmada magistralmente en cada uno de los personajes.
Al referirme a fantasma no hablo de un espíritu o aparición al uso; esto no es fantasía, sino que el recuerdo y la ausencia son lo que han estado interfiriendo en la vida de la familia durante años; y sigue haciéndolo. El fantasma de Kie es gran parte de la atmósfera inicial del film; una presencia etérea bajo la que los protagonistas han intentado salir adelante; que tira de ellos hacia el pasado; que nubla su futuro.
En ese ambiente, que aún no se como logran transmitirlo Kawase y sus actores, se va tejiendo una solapada, pero viva y densa red emocional, sin estallidos ni excesos que pudieran servir como válvula de escape y alivio; una red emocional que se va transformando, y que a veces se vuelve convulsa, y se desgarra en momentos clave del film: cuando la policía encuentra el cuerpo de Kie; la secuencia del festival, de la danza popular, con esa explosión total de vitalidad y alegría, que supone una descarga como pocas te da el cine; o la escena del parto.

* Como comenté en “Three Times”, “Shara también exige la complicidad del espectador para dar forma y fondo a lo que se nos presenta; para recoger esas claves o pistas narrativas, y junto con las soberbias interpretaciones que nos regalan los actores (geniales, en serio; impresionante) desarrollar nuestra “Shara”. A nosotros toca penetrar en la historia y los personajes; descifrar como actúa ese fantasma; esa ausencia; como afecta a los personajes; y como se acaba disipando.



* La penetración psicológica que se logra con los personajes es ejemplar. Vuelvo a repetir que el trabajo de los actores es excepcional.

* Increíble es también el manejo de la cámara. Como si fuese una proyección de la mente de Naomi Kawase; mucha “cámara en mano”. Es casi un intruso, que de manera furtiva se ha metido en la vida de los personajes; un espectro curioso y entrometido; espía de la directora. A veces incluso los personajes miran directamente a cámara.
Añadir que, exceptuando algún ruido o sonido natural del ambiente, aprovechado de forma muy propia para alguna que otra escena, no creo recordar que se haya echado mano de fondo musical alguno. Los silencios hacen aun más vivo y honesto todo.



* Cine que supera hasta la propia denominación; impresión pura; “Shara” es visión y alma. Ahora a esperar otra iluminación de Naomi Kawase, o poder hacerme con alguno de sus documentales sin personarme en Japón, ni que me cueste un riñón.


viernes, octubre 27, 2006

Silk Shoes


Dir. Yeo Gyun Dong
Corea del Sur 2006



Un jefe mafioso coreano tiene a su cargo a su padre; un anciano aquejado de un incipiente alzheimer, y obsesionado con visitar su pueblo natal en Corea del Norte. Para cumplir los deseos de su padre, y de paso conseguir que deje de dar problemas, no se le ocurre mejor idea que mandar a sus hombres secuestrar a un director de cine para que monte una farsa con que engañar a su padre. La idea parece simple: solo hay que hacer creer al anciano que esta en Corea del Norte; que ha visitado un par de lugares; y que se ha hecho alguna que otra foto que conservar hasta el día de su muerte; pero no será tan fácil. La gente de la que se rodea el director para llevar a cabo el montaje no es la más adecuada; las condiciones no son las idóneas; y nadie podía pensar que un anciano con alzheimer fuese a crear tantas dificultades.








* La película supone una sucesión sin fin de escenas divertidísimas, encadenadas sin descanso una tras otra. Es un humor absurdo y situacional, manejado con tacto, que respeta el tema de fondo al que alude la película; el de la separación de familias entre las dos Coreas. Es un tema delicado; así al menos lo entiendo yo; y no se como se tomarán en Corea del Sur el hecho de que se traten dichos temas en el cine. Siempre que el cine aborda asuntos tan espinosos, a más peliagudo el tema, más se opta por la sobriedad del drama; y hay que tener mucho tiento y buen gusto para brindar una comedia algo alocada sobre algo tan comprometido sin caer en lo grosero e inconveniente. No se como habrá calado este film en su país, pero a ojos de un extraño es una película agradable y amena, que con elegancia soslaya entrar de lleno en cuestiones ajenas a sus intenciones.
De hecho, en las escenas donde se refleja, aunque sea minimamente, la problemática de la separación familiar, la película abandona su tono jocoso, y hace pequeñas paradas en el terreno del drama, logrando, sin explayarse en ello, poner el acento emotivo al film.
Pero si la película no arroja una mirada burlesca sobre este problema, sí que lo hace, en cierta medida, sobre la situación que viven los dos países; en lo referente a las visiones, creencias y convicciones, que los ciudadanos de uno y otro lado de la frontera tienen del vecino; muchas de las hilarantes situaciones brotan del efecto que toda la parafernalia comunista desplegada por los protagonistas tiene sobre las personas con las que se van cruzando. Aparte de esto, toda la carga de humor se asienta en las disparatadas situaciones que provocan: la ineptitud e insensatez de los torpes actores; la del ganster encargado de vigilar el éxito de la misión; el anciano padre con alzheimer, pero la suficiente desenvoltura para causar un sinfín de dificultades; el director, que poco a poco irá perdiendo los nervios, ... Todos esos absurdos en que, por salirse de guión, arrojan al pobre director, ya sea por torpeza, despiste, o por estar encariñándose todos con el abuelo, son geniales.

* Lo conmovedor, a mi modo de ver, no solo está en ese pequeño puñado de secuencias que retratan el anhelo y la esperanza de muchos coreanos por volver a ver a sus familias: cuando los ancianos vecinos del abuelo dan al director cartas, fotos y demás, para que las entregue a sus familias en el norte; las sensaciones y sentimientos del anciano, en contacto con lo que él cree que es Corea del Norte; el encuentro con otra anciana con alzheimer en una de sus escapadas, ... lo conmovedor está también en la transformación de muchos personajes, de los encargados de la farsa. Todos se van encariñando con el abuelo, y aparte de meter al director en más de un atolladero por salirse del plan previsto, el hecho de que lo hagan para satisfacer los deseos del anciano es hermoso. También tenemos el cambio que va produciéndose en el director y el mafioso que lo vigila. En principio ambos van de mala gana; al primero lo amenazan de muerte si no cumple, cuando el tema del abuelo nostálgico le trae sin cuidado; y al otro le obligan a asegurarse de que todo salga bien, y de vigilar a todo el personal, cuando podría estar en cualquier otro lugar. Poco a poco irán ambos compadeciendo también al padre del jefe, así como comprendiendo la situación en que están metidos ambos; comienzan poco a poco a confraternizar, y a hacer algunas locuras para llevar adelante el proyecto, cueste lo que cueste, aunque haya que echar por tierra el plan inicial, poner en peligro su integridad, y enredarse en más problemas de los que podía recoger la previsión más pesimista.

* Seguramente alguien podrá hacer un análisis más profundo sobre esta película; yo me quedo con lo conmovedor y con su humor desbordante.

martes, octubre 24, 2006

Ginger Snaps


Dir. John Fawcett
Canadá / EEUU 2000



Brigitte y Ginger son dos adolescentes que viven con sus padres en un rancio y vulgar barrio residencial. Tanto el barrio como su entorno familiar son todo excepto estimulantes, y su instituto, en palabras de Brigitte: “un criadero de hormonas descerebradas”. Brigitte es lo bastante inteligente como para sentir desaliento ante tal panorama, y a Ginger simplemente, todo le da asco, haciendo gala continua de una honda actitud hostil hacia ese todo. Prácticamente se tienen solo la una a la otra. En el instituto son consideradas bichos raros; siniestras, asociales, hostiles, con esa manía de fantasear con al muerte, ...

Una noche, mientras preparaban una broma pesada para vengarse de una compañera a la que no tragaban y que se burlaba de ellas, Ginger es mordida por un animal; justo la noche que le viene su primera regla. Pese a las heridas, no parece que sea nada grave y se recupera. Pero pronto Ginger comienza a experimentar ciertos cambios físicos, de carácter, etc. Lo achacarán a la pubertad; pero la cosa es más seria. Los cambios comienzan a ser cada vez más anómalos, y la transformación de Ginger parece irrefrenable, así como insondable parece el origen.
Los cambios de Ginger afectan a la relación con su hermana, la cual convencida de que están ante un caso de licantropía, no cesará hasta solucionar el asunto, y recuperar a su hermana.


* Para muchos “Ginger Snaps” es una muestra de terror adolescente algo por encima de la media, pero tal etiqueta remite a tales ejemplares de terror pachanguero que no me parece justo echar este film en el mismo saco. En mi opinión está muy, muy por encima del nivel que suelen tener los films de terror juvenil. Además, de terror no tiene nada, sino que es un horror-drama, y la etiqueta de adolescente pudiera pasar, pero haciendo determinado hincapié en ciertas cosas.
El llamado terror adolescente, supone casi siempre un grupo de niñatos arquetípicos vacíos, cuya única función es ir palmando uno tras otro hasta quedar en pié uno o dos de los que menos coraje nos dan, y tras haber filmado al menos hora y media que encasquetarle a los cines. En “Ginger Snaps” ese contexto adolescente, con su instituto y sus majaderías, es solo un elemento para enmarcar la historia, ajeno a la trama central, pero que nos brinda alguna que otra escena de humor negro bastante apañada (hay que señalar que el tono irónico dañoso se mantiene durante todo el film).
Ginger y Brigitte son dos jóvenes enfrentadas al vaivén de la adolescencia, a un mundo enojoso y fútil al que las obligan a adaptarse. Sufren los cambios propios de la edad: psicológicos, físicos, ... y luchan contra natura, contra todo ello por miedo a transformarse en algo peor que un licántropo, en uno de sus compañeros. A esto deben añadir la calamidad que se les ha venido encima, llevando al paroxismo toda esa turbulencia emocional. Ahí tenemos nuestro terror adolescente, en la explotación de esos miedos y preocupaciones juveniles (eso sí, con algún exceso que otro).

* He mencionado que “Ginger Snaps” es un horror-drama, y creo que es atinado, dado que el quid de la película es la crisis que desata la desintegración de la estrecha relación entre las dos hermanas, y los esfuerzos, a veces disfuncionales, con que intentan restablecer la unión, el control, y la situación anterior. La película acierta exponiéndonos en las primeras secuencias la intimidad y complicidad de esa relación, así como el aislamiento de las dos hermanas respecto a su entorno; fallando en esa exposición todo intento de dramatismo posterior habría sido inútil.
Es también interesante el hecho de que el protagonismo pase de una a otra hermana en cuanto Brigitte se convierte en guardiana y protectora de Ginger, con ese afán por curar su supuesta enfermedad, recuperar a su hermana y la relación que tenían. Las dos actrices, dicho sea de paso, están bastante bien.
Me encantan también las partes finales, en que la situación esta descontrolada, y la relación fraternal, como un barco en la tempestad, se debate, aún con vida, intentando imponerse y sobrevivir a toda costa; se podría decir que a su manera es todo muy romántico. Cuando la película llega a los momentos críticos empalma una serie de escenas de una crudeza y dramatismo bastante logrado; e inclementes, nada de sensiblería.
Un poco de desquiciamiento psicológico bastante atrayente hará asimismo las delicias de muchos.

* Su director creo que llegó a decir que su película era una mezcla de “La Mosca” y “Criaturas Celestiales”. Creo que estuvo bastante acertado. Con la película de Jackson tenemos a las claras el punto en común de la ruptura de una relación entre chicas de singular naturaleza, propiciada por agentes externos y hostiles, y la exaltada reacción que esto provoca. Con Cronenberg en general parece tener Fawcett cierta obsesión con las anormalidades, malformaciones, transformaciones, purulencias, etc, etc.
La música resultona es otro de los elementos bienhallados.

* Destacaría muchas escenas. La última, en ese laberinto en que se convierte la casa; la primera, con esa macabra sesión de diapositivas en que las chicas alardean de su obsesión con la muerte (esta secuencia de créditos es impresionante); y en general, todas las escenas entre las dos hermanas son buenísimas.

* En fin; con un poco más de mala uva, siniestrez, y desazón, y quizá estuviese ahora hablando de algo soberbio, pero la película tiene las suficientes virtudes como para recomendarla: muchas escenas muy buenas, unas interpretaciones solventes, una historia bien llevada, y lo crucial, una dimensión dramática y emocional que hace sombra a los elementos fantásticos (lo de la licantropía y tal es lo de menos), y logra para sí todo el interés que no tiene el manido terror adolescente.

viernes, octubre 20, 2006

Orgullo y Prejuicio


Pride & Prejudice
Dir. Joe Wright
Francia / Gran Bretaña 2005



El señor Bingley, acompañado de su hermana, ha llegado a la región donde ha adquirido una propiedad. Es un joven apuesto y rico, y su llegada causa todo un revuelo entre la comunidad; rompe la monotonía de la vida en la campiña inglesa, proporcionando un tema de conversación para una buena temporada, y todo un programa de presentaciones, visitas, fiestas, bailes, etc. Su llegada es todo un acontecimiento para los Bennet, y sobre todo para la madre, deseosa de emparejar por todos los medios a sus cinco hijas. Estas no heredarán la granja familiar, y casarlas les asegura un futuro. La mayor, Jane, parece haber hecho buenas migas con el señor Bingley, y todos se felicitan dando la boda por hecha. Pero por alguna razón estos planes se truncan.No será este el único problema en relación a temas matrimoniales que se le presentará a los Bennet. Y entre todos los problemas, la tozuda e idealista Lizzie parece empeñada en descifrar el enigma que supone el atractivo pero intratable Darcy, amigo de Bingley. Los prejuicios y el orgullo de todos darán pie a más de un malentendido y disputa.


* Brillante en todos los sentidos. Joe Wright consigue combinar con tacto y sumo gusto el espíritu dieciochesco del relato de Austen con un tono moderno, fresco y desenvuelto, que hace más cercano al público actual este retrato de época.

* Para aquellos que hayan leído la novela, hay que decir que la historia recogida en la película es totalmente fiel al hilo argumental del libro. Wright selecciona de forma acertadísima los momentos y elementos clave del relato, disponiéndolos de la manera más adecuada a las pretensiones de su film. Consigue una narración totalmente sólida, sin lagunas ni altibajos, donde la evolución y el devenir experimentado por algunos de los personajes son los que debe ser; los que de forma natural dicta el transcurrir de la historia. Todo fluye con un liviano ritmo que nada deja escapar, y nada resulta forzado. El conseguir captar lo esencial del relato, en lo que a los personajes y a la historia se refiere, junto con el ágil ritmo que se imprime a la narración, logra lo que el estilo de Austen en la novela: despertar interés sobre unos hechos que no dejan de ser ñoños, pero que están expuestos de tal forma, con tal detalle, que acaban atrapando al espectador. La perfecta urdimbre de la historia y la soberbia descripción y retrato de los personajes es lo que engancha.

* Bien por Wright en su elección del estilo cinematográfico para abordar el film. Le otorga lo que el literario a Jane Austen: la capacidad de atrapar al público hilvanando una historia perfecta en unas formas exquisitas.


* También todos los personajes, casi tantos en la pantalla como en el relato, parecen haber salido tal cual de las páginas del libro. A grandes rasgos, se les ha dotado de los mismos atributos; se les ha caracterizado igual. El tratamiento de todos ellos es excelente, a lo que sin duda contribuye el trabajo de los actores. Todos acometen sus personajes con tino, y algunos nos ofrecen unas interpretaciones fantásticas: Brenda Blethyn, Rosamund Pike, Donald Sutherland, y una exquisita y asombrosa Keira Knightley. La escena final entre D. Sutherland y K. Knightley es acoj...

* Como en la novela, más que la historia en sí (por muy lograda que esté, y por mucho que al final nos enganche), lo importante son los personajes. Los personajes con su historia individual; su personalidad; con su manera de afrontar las situaciones que se irán sucediendo, y en las que se verán complicados; el continuo duelo entre caracteres, personalidades, y formas de ver y sentirlo todo; es la forma en que se debaten entre sus inclinaciones y las circunstancias. Esto es más relevante que la trama central, que aunque perfectamente trazada, y reflejo de lo anterior, sigue siendo frívola y trivial (excepto en lo que respecta a la pugna entre los caracteres de Darcy y Lizzie). Lo que en definitiva engancha al espectador son los personajes; y lo desengancharían fallos de guión, o una narración vacilante si la hubiese; pero no es el caso.

* La película tiene también sus momentos cómicos, bastante agradables, y asimismo, más o menos fieles a la novela; esgrimiéndolos en las mismas situaciones, o a través de los mismos personajes que esta. De lo que no se hace eco la película es de la sutil sátira fundamental en el relato. Aunque los momentos de humor del film estén a veces dotados de la misma agudeza que despliega el libro, no se llega a recoger toda la sutil carga irónica de este. A cambio de esto, Wright deja de lado la frialdad de la historia, tal como Austen la narra, y confiere a su película un contenido emocional que no tiene el libro. Resulta así una película conmovedora y emotiva, a ratos poética y romántica (más por el aparato visual que por la historia o los personajes en sí), pero sin excesos; lo suficiente para tocar la fibra sensible al espectador sin apuñalar el temple de la novela.

* ¿Y que es lo que Joe Wright, el cine, o el siglo XXI ofrecen a Jane Austen? Una fotografía para quitarse el sombrero; alucinante. Los exteriores y escenarios naturales son de fábula, y los decorados y la ambientación de época magnífica. Visualmente la película es un manjar, y ciertos alardes técnicos eliminan el posible estatismo de las imágenes para que estas compartan la general vitalidad de todo el film. Algunas escenas y planos son verdaderamente para extasiarse y recrearse en ellos; algunos me han recordado pinturas; obras de arte en sí mismos. Vestuario, arquitectura, ... todo cuidadísimo. Preciosa es también la música elegida para acompañar muchas escenas.

* Me ha encantado el continuo manejo de la cámara en toda la película. Junto con la vitalidad de la narración y de los actores, favorece el estilo actual que se le ha querido imprimir al film. Escenas como la de la fiesta, con la cámara recorriendo las diferentes estancias mientras los personajes entran y salen de imagen; la de Lizzy en el columpio; esa en que recorremos la fachada de la casa deteniéndonos en las ventanas; el recorrido por los salones y habitaciones de la mansión de Darcy cuando la visitan Lizzie y sus tíos, ... excelente.

* Lo dicho; gran acierto de Joe Wright a la hora de acercar este drama de época a un público actual, dotándolo de una frescura, un ritmo, y una estética atrayentes para el espectador moderno, pero siempre consciente de que lo que ha de retratar es el ambiente de la campiña inglesa y la alta sociedad de hace más de dos siglos, tal como lo retrata un clásico del momento. Y para dar ese toque actual no recurre ni a machacarnos con música moderna, ni a un lenguaje vulgar o actual (por cierto, los diálogos de la película son también fabulosos). Tampoco acude a un ritmo violento o atropellado, o a una estética chocante ni kitsch; lo hace con una sensibilidad y un tacto del que debieran aprender muchos. La trasgresión para cuando sea necesaria.



* Un diez para Wright por su gran trabajo; atento a la obra, a los requisitos del cine actual, y a sus propias inquietudes como realizador.


miércoles, octubre 18, 2006

Night Tide


Dir. Curtis Harrington
EEUU 1961



Durante uno de sus permisos en la armada, John visita una pequeña ciudad costera americana. Allí conoce a Mora, una enigmática muchacha que trabaja en una barraca de feria, disfrazada, simulando ser una sirena.
Mora es encantadora; tiene sus rarezas, pero simplemente es por ser una romántica. John está encantado por haberla encontrado.
Pero el comportamiento de Mora se va haciendo cada vez más extraño, y John empieza a preocuparse y a indagar sobre su vida. Las personas cercanas a ella la narran historias rocambolescas: desde que Mora es una sirena de verdad, hasta que asesinó a los dos chicos con los que salió antes de salir con John.
John, que se enroló en la armada para conocer mundo, se verá atrapado ahora en el más extraño de ellos sin salir de tierra.


* Es extraño que nunca hubiese oído hablar, o hubiese leído, nada sobre esta oculta joyita de horror-misterio. Di con ella casualmente en TV., la vi por curiosidad, y me ha parecido realmente fabulosa; no se como no la he visto incluida nunca entre las típicos listados de clásicos del fantástico, sobre todo, porque, aparte de ser maravillosa, esta protagonizada por Dennis Hopper.

* La película tiene muchos puntos en común con La Mujer Pantera, clásico de Tourneur de 1942: las referencias legendarias; la cándida protagonista venida de la cuna del mito; el romance imposible; la fémina siniestra, salida del mismo mundo, que se le presenta a la protagonista y la aborda en su idioma; un poco de patología; una paulatina dramatización del relato, y otros aspectos comunes, que no indicaré para no desvelar demasiado. El film, como el de Tourneur se vuelve más dramático y sombrío a medida que avanza.
También comparte con la obra de Tourneur el aura inquietante, aunque no tenga una atmósfera tan oscura. Se centra en forjar un clima de misterio, para desarrollar en él una historia sencilla. Traslada al siglo XX el mito griego de las sirenas, con sus peculiaridades y excentricidades (la película es un pelín psicodélica), situándolo en una ciudad costera norteamericana. Al interés por la sencilla historia contribuyen la pareja protagonista: un convincente Dennis Hooper, y una Linda Lawson que nos brinda un personaje inquietante y sensual, atrayente, conmovedor, y a la vez terrorífico. El personaje de Mora, que desde un principio resulta hechizante, va poco a poco haciéndose mas fascinante según avanzan la historia y las revelaciones de los personajes; al final cautiva. Con tales protagonistas; el atractivo y perturbador personaje de Mora; la historia bien llevada, y la atmósfera enigmática y un poco psicodélica, el film tendría todas las papeletas para estar en un pedestal entre otras obras de culto.

* Hay que reseñar que las referencias a la mitología, junto con el contenido emocional, y también psicológico, que va ganando la película a medida que avanza, dan un genial toque romántico, bien hermanado con ciertos aspectos bizarros del film.
Solo se usa el mito griego para introducir el personaje de Mora con su historia; dar un tinte poético, sin explotarlo demasiado, ni excederse sobre él; cosa que quizá hubiese estropeado la película. Todas esas alusiones folclóricas; la quimérica atmósfera; los rumores; la mirada de Mora, son los que disparan la fantasía e imaginación del espectador, pues no hay elementos fantásticos explícitos. La película es lo bastante sensual y sugerente como para poder prescindir de ellos.

sábado, octubre 14, 2006

The Hidden Blade

Kakushi ken oni no tsume
Dir. Yoji Yamada
Japón 2004



Munezo es un samurai de baja alcurnia que, pese a no vivir rodeado de comodidades ni lujos, lleva una vida plácida rodeado de sus seres queridos: su anciana madre; su hermana; el prometido y después esposo de esta; y Kie, una joven criada, hija de un granjero cercano, por la que siente un gran afecto.

En el país se vive una tensa situación por las desavenencias entre quienes quieren modernizar Japón, especialmente en lo tocante al ejercito, y aquellos que quieren mantener el espíritu guerrero tradicional, no adoptando las nuevas armas y formas extranjeras. Poco a poco la situación se agravará afectando directamente a Munezo.
Además su afecto por Kie se redoblará, convirtiéndose en amor. Llegará a sacarla de casa de su esposo, el cual la maltrataba, y llevarla consigo. Dadas las circunstancias de ambos, esto lo pondrá en un serio aprieto ante la comunidad.

Munezo en un corto espacio de tiempo se verá enfrentado a varias situaciones a las que deberá plantar cara, antes de que estas lo arrollen.




* En The Hidden Blade, Yamada vuelve a repetir la misma fórmula que tan bien le resultó en la igualmente magnífica El Ocaso del Samurai. Estamos ante un drama de época, emotivo y poético, que nos retrata sin estridencias el mismo ocaso de un mundo tradicional que nos exponía la anterior película.

* No hay que esperar, como podríamos colegir del título, o algún fotograma, una película de acción o artes marciales, ni el despliegue colorista y ornamentalmente recargado de los últimos dramas épicos orientales. Tenemos en The Hidden Blade un film minimalista, de ambientación cuidada con esmero, con unas tonalidades de colores apagados y unos decorados que remiten al cine clásico de época japonés (al menos para un simple aficionado como yo).

* No tan impregnada del patetismo de El Ocaso ... de nuevo tenemos a unos personajes debatiéndose entre la espada y la pared, entre las dificultades que les expone la vida y ese mundo cambiante que les ha tocado vivir, el cual parece que venga a modernizar Japón en todos los sentidos, no solo materialmente, sino también para borrar todos los valores tradicionales, y corromper el espíritu de las gentes del país. De forma conmovedora, pero también bastante más cruda, emocionalmente hablando y en comparación con El Ocaso ..., se nos presenta una serie de personajes atropellados, zarandeados, tanto por la nueva maquinaria y los nuevos esquemas extranjeros que se intentan implantar en Japón, como por las más míseras bajezas humanas. Y es que en esta película podemos apreciar un buen desfile de los rostros mas amargos del alma humana, y de sus miserias. No es que estemos ante Haneke, Solondz, o Von Trier, pero el mundo que rodea a los protagonistas, el panorama que se extiende ante ellos, es por momentos desolador; de hecho deben escapar de él.

* Se nos habla del amor, la amistad, la lealtad, el honor, la venganza, ... todo sin aspavientos, con sensibilidad, de forma que, lejos del contexto histórico en que nos situamos, de las katanas, samurais, referencias al espíritu guerrero y a la política, etc, lo que realmente engancha al espectador es como los personajes van afrontando todas las desdichas que se les presentan. Lo que tira de nosotros es el interés que los personajes despiertan desde el primer momento, ver como evolucionará todo, para asegurarnos de que llegan a buen puerto.

* Tenemos de nuevo un protagonista continuamente asolado por encrucijadas, enfrentado a decisiones cruciales de las que depende su futuro, su situación y el bienestar de él y de quienes le rodean. Enfrentado al nuevo mundo que se intentan implantar, barriendo las tradiciones nacionales, vivido de forma aún más lastimera por un samurai; a las conveniencias sociales; a un amor casi imposible dada las circunstancias de la pareja; a unas autoridades corruptas y faltas de honor; a tener que elegir entre la lealtad a un viejo camarada o a su clan. Todo este cúmulo de cosas, a primera vista, hacen la historia más rica que en la anterior película de Yamada, tiene un ritmo más desenvuelto, y los personajes están mejor perfilados y caracterizados psicológicamente; aunque tenemos a Munezo como protagonista principal, no eclipsa a los demás personajes, como creo que hacía el protagonista de El Ocaso ... No solo esta excepcionalmente construido el protagonista, sino otros muchos que le rodean. Varios personajes son de lo más entrañables, y las interpretaciones de lo más naturales.

* Tiene también el film sus toques de humor. Las escenas en que el instructor venido de Endo debe enseñar y aleccionar a los samuráis sobre la guerra moderna son fantásticas y arrancan alguna que otra amplia sonrisa (o incluso carcajada).


* Lo dicho; la misma fórmula y esquemas de El Ocaso del Samurai. Personajes que se debaten entre sus inclinaciones y las normas que dictan la sociedad y el progreso. Una historia currada, bien trazada, y desarrollada con habilidad; sin fisuras. Emotiva y conmovedora. Cuidadísima ambientación, así como esmeradísimo es el tratamiento de los personajes. De elaboración magistral. Excelente.