sábado, febrero 16, 2008

Las Hermanas Brontë

Les Soeurs Brontë
Dir. André Téchiné
Francia 1979

* A veces se hace difícil recomendar una película cuando se es tan consciente de que gustará a tan reducido grupo de personas. Cuando recomiendas algo personalmente a alguien, bueno, sabes que la película podrá gustar o no, pero conociendo más o menos a la persona puedes indicar aquello con lo que crees que disfrutará o que podrá llenarle. ¿Qué es lo que ocurre con “Las Hermanas Brontë”? Ocurre que creo tener tan claro el porque me gustó, razones quizá tan poco extrapolables a la mayoría de gente que conozco, que me cuesta decirle a cualquiera “vela”. La película claramente tiene unos contundentes reclamos para cualquier aficionado al cine, al menos los tenía para mi: está dirigida por Andre Techine, director del que, bueno, solo he visto un par de cositas, como “Alice y Martin”, que me gustó mucho, y un buen cacho de “Juncos Salvajes”, la cual no me gustó tanto; pero que sea como sea, es un director que se ha hecho con un buen renombre en el cine galo; está protagonizada por tres actrices de órdago: mis dos actrices favoritas, Isabelle Huppert e Isabelle Adjani, y una deslumbrante Marie-France Pisier, dando vida a las autoras de algunas de las obras literarias que más impresión me han causado; y esto último, que se intente retratar la vida de estas autoras en su desesperante páramo inglés.

* La película parte del momento en que florecen las inquietudes de las protagonistas por dar a conocer su talento y va avanzando por ese erial de incomprensión que recorrieron, mostrando como se consumen en su juventud ante el infortunio y la falta de perspectiva. Da mucha relevancia a la figura del hermano caído en desgracia y en como esto afecta a las hermanas, mientras que simplemente ignora la existencia de las otras dos hermanas que completaban la familia. En fin, supongo que cuando algo no es necesario para contar lo que pretendemos se elimina o excluye sin más. Pero pese al poco rigor sobre la realidad familiar de estas escritoras (soy de quienes no piden ningún rigor histórico al cine, porque no le hace falta), una de las cosas que me mantuvo pendiente de esta película fue precisamente el interés por ver que cosas de esas azarosas vidas creía el cineasta destacadas para articular su trabajo. Se centra más en el entorno familiar, en la opresión social, y en cuitas amorosas que en los desvelos artísticos de las autoras. De hecho, quitando algún apunte sobre la reacción social ante la aparición conjunta de las tres primeras novelas, y la propia de las protagonistas ante tal acogimiento, en mi opinión más acertada en el caso de Emily-Adjani, es en la figura del hermano de estas donde se nos muestra más a las claras el conflicto que la persona mantiene con su proyección artística. Como digo, al personaje del hermano se le da una importancia capital. Los caracteres de las tres hermanas están compensados y bien retratados, aunque sea superficialmente. Adjani en un papel como le veremos en tantos otros, de inquietante y tenebrosa víctima de su ímpetu. El papel de Huppert pasa mucho más desapercibido, no causa el impacto que causará más adelante, aparte de que su personaje queda siempre en segundo plano: “la otra hermana, que también escribía pero de la que no se han hecho adaptaciones al cine, así que… se siente” (inciso perverso).

* Se opta por un ritmo calmo, hasta lento, para retratar la infecunda vida de las protagonistas en su aislado hábitat, que supongo intenta exponerse como uno de los fundamentos del marcado furor de la visión vital y literaria de las autoras. De sobrios decorados, sin estridencias, parcos, y una ambientación tan sobria que impone. Los personajes languidecen en el marco donde se los retrata, pero también se percibe el apasionado pulso íntimo que arde en ellos. También se puede hacer una lectura sobre la individualidad, el papel de la mujer en el arte, la sensibilidad creativa, etc, etc.

* Sin impresionarme en demasía, esta película tenía los suficientes ingredientes para atraer mi atención, y no los defraudó, a Techine se le empezaban a ver buenas maneras, y porque no decirlo, el film tiene un tono tan entristecido y tan lóbrego que tenía que cautivarme sin remedio.

viernes, febrero 08, 2008

Dirty Filthy Love

Dir. Adrian Shergold
Reino Unido 2004

Mark está aquejado de un Trastorno Obsesivo-Compulsivo, cuyos episodios han ido a peor en los últimos tiempos, y que ha acabado costándole su mujer y su trabajo. Su forma de afrontar la situación no hace más que empeorar las cosas.
Por casualidad conoce a una chica con el mismo trastorno que lo introducirá en el grupo de autoayuda del que ella forma parte. Esto podría ser su tabla de salvación, pero la obsesión que Mark siente por su mujer parece un obstáculo insalvable para conseguir cierto equilibrio, indispensable para seguir con su vida.



* Película producida para televisión, difícil de hacerse con ella, y que tuve la oportunidad de ver en un ciclo sobre cine y psicopatología.
Como iba sin idea preconcebida sobre la película, pues no me molesté en informarme antes acerca de ella, la impresión que me dejó fue aun mayor. ¡Menuda sacudida supone este film! La forma de exponer el trastorno es lo de menos, lo importante es como plasma el sufrimiento de la persona que lo padece, el deterioro, y el conflicto, desconcierto y mella que acarrea en su entorno. Teóricamente el personaje está aquejado de un TOC, pero a las claras hay síntomas y conductas de otras alteraciones como el Síndrome de Tourette. Como digo, no creo que la clave del film sea el documental, así que lo acertado o no del acercamiento al trastorno da igual, pero eso sí, clava a la perfección, dentro de sus límites, las consecuencias a nivel personal y social.

* El ritmo de la película y el manejo de la cámara intentan ir a la par de la agitación del protagonista, siguiéndolo en su infierno personal, por lo que tiene un dinamismo enorme en el aspecto técnico; sin intentar vislumbrar el caos interno, si que refleja el palpitante desorden exterior. Cuando a los 5 minutos el protagonista, ocupado en sacar de quicio a una manada de conciudadanos estresados debido a sus excentricidades, ladra a la cámara, podemos suponer lo que se nos viene encima. Unos actores tremendos; alguna cara conocida.
La música me parece también muy acertada, sobre todo para subrayar pasajes emocionales, de los que está cargada la película, y que a lomos del brioso estilo de esta quedan sangrantes. Y la película es hiriente de verdad, entre la comedia “alocada” (no se si nunca mejor dicho) y el profundo drama, ambos aspectos hiperdesarrollados, tirando ambos del ánimo del espectador hasta descoyuntarlo. La dimensión cómica viene dada por las histriónicas formas de conducirse de los personajes afectados por este TOC.
No debería tener gracia ninguna, pero es tan estrambótico y sorpresivo todo que, entre el patetismo de las situaciones, el pulso tan vivo del film y la tensión que nunca decae, a uno le acaban sacando las carcajadas, quiera o no. Buen recurso para que el aspecto dramático resalte aun más: entre risas el espectador debería sentirse peor. A veces he comentado como en cierto cine oriental se usa el mismo recurso para crear malestar: ocultar el drama tras un cortinaje cómico, que el espectador descorrerá en diferido cuando comience a sentir cierto poso de amargura entre tanto jolgorio. Pero aquí se plantea de diferente modo, en plan “aquí tenéis la desgracia tal cual, sois conscientes, pero os voy a obligar a reíros a su costa”; no es un juego, parece regustillo por la crueldad.

* En esta historia se supone que el protagonista desarrolla el trastorno de forma plena debido a verse sujeto a intensas situaciones de estrés y ansiedad que lo precipitan. Como en tantos trastornos, el protagonista se va metiendo en un círculo vicioso que retroalimenta su situación; un verdadero infierno, y así se retrata por muy chistoso que a veces pueda parecer. Es brutal ver como en los afectados la alteración causa estragos en todas sus áreas vitales y de actividad: personal, familiar, afectiva, social, laboral, de salud… Y es aun más brutal siendo personas totalmente conscientes de su trastorno, de que es tratable pero no controlable solo por propia voluntad, que afecta tan ampliamente en tantas dimensiones que puede acabar acarreando otros serios problemas para su salud, tanto física como mental. En este caso vemos como el protagonista va perdiendo trabajo, mujer y amigos, que hace esfuerzos por estabilizarse, pero esfuerzos disfuncionales por no estar en conocimiento de la realidad de su problema, y que como dije antes, genera una dinámica que lo sume más en su pesadilla. Algún ataque suelta la película contra ciertos profesionales de la salud, cuya complacencia pacta con su incompetencia para no abordar como debieran los problemas de sus pacientes. El caso es que Mark (el protagonista) tiene la mala fortuna de que todo se alíe en su contra para perderlo. También se da en el clavo retratando como el entorno del protagonista va reaccionando frente al problema. Por un lado tendríamos a mujer y amigos, supuestamente las personas más cercanas a él. En principio hay un sincero interés por ayudarlo, pero cuando la empresa se percibe ardua, y sobre todo una gratuita complicación para su placidez, simplemente se le evita. Se lanza una mirada bastante amarga a este grupo de personas, que faltas de paciencia o egoístas dan de lado a personas cercanas. Por otro lado están los participantes en el grupo de autoayuda, más propensos a ayudarlo debido a una mayor comprensión de su situación y a la pura simpatía por afinidad. Pero aunque el apoyo es mayor, se sienta la idea de que nada se consigue sin iniciativa propia para superar el problema.
No tienen desperdicio las sesiones del grupo de autoayuda, las conversaciones entre sus miembros, la forma en que aprecian su alteración.

* Matadora la idea que va cobrando fuerza según avanza la película: el amor como una de las nocivas obsesiones del TOC, referido al amor que Mark siente por su mujer, o ex mujer, y que lo lleva solo a la destrucción. Pero, ¿a que se refiere eso de “amor sucio e inmundo”? ¿A esa obsesión de Mark por su mujer, que lo rechaza, o a los sentimientos que van surgiendo entre Mark y su nueva amiga, la del grupo de autoayuda, un amor entre dos seres rotos por la suerte? Alrededor del tema del trastorno la película se adentra en terrenos cómicos, dramáticos, sociales, sentimentales, y todo con una complejidad enorme; película para verse varias veces, y hablar y hablar sobre ella.

martes, febrero 05, 2008

Kissed

Dir. Lynne Stopkewick
Canadá 1996

* ¿Qué haces cuando tu pareja te quiere, pero no eres lo que mas ama en este mundo? ¿O si eres lo que más ama en este mundo, pero el otro mundo esta repleto de seres por los que abriga un fervor que nunca sentirá hacia ti? A las claras ¿Cómo competir con el amor que tu pareja profesa a los muertos?

* “Kissed” está escindida entre este asunto y el intentar exponer el porque de la extraña atracción de Sandra por el mundo de ultratumba. Dada la temática que aborda, la necrofilia, uno podría pensar en un film escatológicamente macabro y sórdido, pero nada más lejos. Se intenta dar un aura poética y lírica, como embebida de una atmósfera pulcra y de ensueño, que configura una sensación de liviandad, que acaba dotando de gran belleza lo que narra, pero donde el intento de explicar a Sandra, en mi opinión, queda muy vago. Las secuencias sobre la infancia de Sandra revelan una niña un poco freaky, y poco más nos dice su vida actual. Le atrae la muerte porque si: atracción tan solo, y nada más. Si el fin de la película es retratar esa singularidad de la protagonista, a mis ojos naufraga, por sugerente que sea la forma de exponerlo, pues realmente me resulta seductora, pero en cuanto a contenidos explicativos, ya es otra cosa; hueca.
Pese a la indeterminación en ese planteamiento interpretativo, ya digo que en cuanto al estilo visual y narrativo me ha gustado mucho, es sensual y hace que uno se deje llevar.

* Pero junto a esto, es la situación de Matt la que me ata a la historia. Matt que se enamora de Sandra, que pasa del flirteo al morbo, y de aquí a la admiración, pero que debe conformarse con que ella lo deje vislumbrarla solo de lejos. Comienzan una relación tan plena como la de cualquier otra pareja joven, pero con una diferencia, que él solo tiene acceso a la porción del mundo de Sandra que está ligada a asuntos terrenales. Nunca tendrá un lugar relevante en el basto universo personal de ella. Sandra acepta la situación y brinda la parte disponible de ella. Pero él quiere a toda costa participar de ese mundo, y no sabe muy bien como ha de hacerlo. Celoso de la muerte. Esto es lo que a mi ciertamente me llamó la atención en “Kissed”, el personaje de Matt más que el de Sandra; Matt que adora, que rinde culto al universo que ella supone, que quiere acceder a él, con ansia, que quiere amar y ser amado como el que más…

Moonlight Whispers

Gekkô no sasayaki
Dir. Akihiko Shiota
Japón 1999

* Si ya pueden ser desconcertantes, a la par que interesantes si se plantean con habilidad, las historias sobre parafilias en el mundo adulto, más turbador resulta el que se toquen estos temas teniendo como protagonistas a adolescentes, una época de cambios y formación de la personalidad. Y no es una de tantas película que abordan y se hastían dando vueltas en torno al tema de la homosexualidad, la desviación más frecuentada en películas sobre el despertar sexual en la adolescencia, sino que en este caso apuntan a otras inclinaciones como el fetichismo, el sadismo y masoquismo, y el conflicto personal e interpersonal que provocan una vez comienzan a trastornar ese frágil y moldeable mundo bisoño.

* La parejita protagonista, jovencitos de lo más común, llevan tiempo sintiendo atracción el uno por el otro, y comienzan a salir juntos en cuanto se declaran su mutuo amor: alegría desbordada, risitas, cohibidas miradas al pavimento… Todo tan idílico a los diez minutos que, o el director demuestra un gusto exquisito como narrador, o por ese camino acabaré ahogándome en almíbar. Pero hacen el amor, y el chico no parece haber sentido más placer que cuando toca lección de “conocimientos avanzados sobre consunción del tiempo de clase”. Esto será la punta de lanza con que se va a hender ese delicioso mundo. Y la película comienza, no solo a ponerse más interesante, sino cruel, lo que se agradece. Pues también refleja como reaccionan los demás ante la desviación del prójimo. El chico tiene cierta tendencia a la adoración de cualquier cosa ligada a su amada, más incluso que por la persona en si, y aunque a todos nos gusta guardar como tesoros objetos vinculados al ser amado, la colección de Hidaka es demasiado bizarra como para que ante su descubrimiento Kitahara pueda hacer más que huir aturdida. Hidaka ya no es el chico de sus sueños, es la perversión, encarnada en un cuerpo humano, simulando ser una persona, y con la desfachatez de ocultar su nombre “hentai” bajo el de Hidaka. No deja de ser interesante como según las entendederas de la mayoría de la gente, la sexualidad que va por cauces corrientes es solo un área vital, pero una desviación de la normalidad en dicho terreno es una mancha que se extiende a toda conducta y cognición del monstruo que la luce orgulloso, y que pobre o no de él, no puede desprenderse del estigma en momento alguno. Y en un monstruo se ha convertido Hidaka en un abrir y cerrar de ojos. Kitahara lo ha mandado al patíbulo. Parece que Kitahara sienta una indignación turbulenta ante los fetiches que a hurtadillas Hidaka ha ido recolectando sobre su persona, lo siente como una violación de su intimidad, un atentado: mucho remilgo ante alguien con quien te has acostado. Lo que Kitahara siente es miedo, miedo ante un mundo que desconoce y que por lo tanto implica riesgo, más dada su inexperiencia personal. Y el miedo la convierte en un monstruo aun mayor que cualquier pervertido de turno, convencida de una superioridad moral que da derecho a la crueldad. Comienza a tratar a Hidaka como a un perro, y él encantado, que ya sabemos de que pie cojea. El caso es que Kitahara comienza a sentir cierto deleite en aquello de la perversión, y ahora si que tenemos a un engendro del todo diabólico. Entre el placer ante el dolor y la justificación vengativa, Kitahara desciende al inframundo de sus odiados pervertidos.

* La película es mucho más compleja que todo esto. Nos presenta personajes que rebosan todo sentimiento negativo que podamos imaginar, con un potencial tremendo para el sufrimiento propio y de los demás por no saber “aceptar” en todos los sentidos. Film muy duro, despiadado, de la mano del extravío y el caos de los personajes, que no intenta establecer límites ni encasquetarnos explicaciones o dosis de comprensión de ningún tipo. Convulso despertar al mundo real de unos adolescentes, recogido como tal sacudida en la película; eso si, con el temple y tono cadencioso tan común en el cine nipón.