miércoles, noviembre 29, 2006

Chungking Express


Chung hing sam lam
Dir. Wong Kar-Wai
Hong-Kong 1994



Dos historias independientes. En la primera de ellas un joven policía al que hace poco abandonó su novia se enamora de una traficante de drogas con la que se encuentra en un bar; por supuesto, sin conocer ninguno de los dos la ocupación del otro.
En la segunda, otro policía herido de amores es, sin ser consciente de ello, ayudado a superar el bache por la camarera del bar que suele frecuentar.



* Dos historias que, aunque estilísticamente diferentes, tratan el sempiterno tema de Wong Kar-Wai del desamor y el amor imposible. Quizá sea la película más “ligerita” de este director, alejada de la exuberancia sensual, densa y a veces artificiosa de otras de sus películas. Esto no quiere decir que no haya que tomársela en serio, o que sea un paréntesis de ligereza que se tomó el director entre obra y obra de mayor profundidad, porque “Chunking Express” es otra lección de este señor de cómo hacer cine con estilo, personalidad e inventiva.


* La primera historia me atrapa en su narrativa audaz y en su estilo visual experimental, con saltos de registro y explosiones de ritmo, que llaman mi atención a cada paso y escena. Me atrapa en su humor absurdo, y en su tonillo misterioso, aportado por la figura de la protagonista. Ese toque enigmático, algunas penumbras, atmósferas difusas, y algún que otro plano, generan una ambientación en algunas escenas que me recuerda a veces a David Lynch.

También tiene elementos que remiten a “As Tears Go By” y “Fallen Angels”. Esta última, de hecho, debía haber sido la tercera parte de la cinta que nos ocupa, pero se decidió parirla como película independiente.
De esta primera parte de la película diría que esencialmente me gusta lo atrevido del ritmo y la narración, aportando una frescura no muy común en este director (y no es un reproche).
Muy acertada también la música para ambientar este "episodio".



* Pero es la segunda historia la que me hizo rendirme ante esta película. Con un romanticismo rocambolesco, más de cuento que de novela (por decirlo de alguna forma); con dos protagonistas diáfanos, una especie de principito azul en horas bajas, y una suerte de hada madrina surgida de la nada, que nos exponen el tema de los obstáculos a la atracción personal y al acercamiento amoroso de forma más amable, y también cómica, de lo que suele hacerlo este maestro del cine. Es difícil que a uno no se le vengan a la cabeza películas como “Hierro 3” o “Amelie”, quizá por elementos y pasajes concretos, pero es innegable que en esta película Wong Kar-Wai comparte con Kim Ki-Duk y Jeunet el gusto por el romanticismo más absurdo y “fantástico”, y menos denso, y que pese a que se pueda tachar a sus protagonistas de algo livianos, a mi personalmente me enganchan totalmente a la historia en que los enfrasca el director.


* Comicidad general de lo más agradable y uso de la música (machacona repetición del tema central) que, aunque a algunos irrite, a mi me encanta: botón de disparo de cierto estado anímico para intentar captar los pensamientos de los personajes y rumiar lo visto hasta el momento (cosa que también hizo Wong Kar-Wai en “Deseando Amar”). La música se convierte así, aunque sean solo uno o dos temas, en un elemento relevante, no solo para la implicación del espectador en la historia, sino, en esta película en particular, en la historia misma; en ese benévolo plan que la protagonista se trae entre manos.

* A destacar la comicidad con que se erige la casa del protagonista en reflejo de su estado anímico, y como a través de ella la chica intenta influir en él. Tanto esta idea como el final de la película son de un romanticismo arrebatador.
No me queda claro si la protagonista intenta a través de su estratagema o experimento (le gustaría saber si los sueños de uno pueden transmitirse a los demás) atraerse el afecto de él, o simplemente ayudarlo a salir de su apatía y abatimiento; sea como sea, el planteamiento me parece del todo exquisito.

* Una de las películas que más veces he visto, y junto con “Deseando Amar” mi favorita de Wong Kar-Wai. De las que siempre recomendaré.

sábado, noviembre 11, 2006

Vanya en la Calle 42


Vanya on 42nd Street
Dir. Louis Malle
Reino Unido / EEUU 1994



Un grupo de actores se reúnen en un viejo teatro para llevar a cabo un ensayo general de “Tio Vanya” de Chejov.



* Lo poco que he visto de Malle, sin volverme loco, me ha parecido interesante. Como en esta película Malle toca la obra de Chejov, que es uno de mis autores preferidos, y salía Julianne Moore, la cual me encantó en “Las Horas”, pues decidí verla, y me felicitó por ello; si Malle tiene algo mejor que esto, que alguien me lo haga saber porque debe ser tremendo. Me he encontrado ante una inspirada e intensísima visión, no solo de la obra “Tio Vanya” de Chejov, sino de la literatura y el teatro en general (sobre todo los clásicos), y del papel y lugar que ocupan en el mundo que nos ha tocado vivir. Me esperaba que la película tratase sobre la convivencia de un grupo de actores que preparan una representación de la obra, pero es finalmente la recreación de la obra tal cual; de un ensayo general de esta.
La película empieza con imágenes del ajetreo, el caos y la actividad en las calles de una cosmopolita gran urbe (Nueva York); el grupo de actores se han citado en medio de este maremagno cultural y económico, y una vez reunidos se dirigen hacia la calle 42, donde en un ruinoso pero majestuoso teatro realizarán un ensayo general e integro de “Tio Vanya”. Tras unas breves explicaciones sobre la historia y el estado del teatro a unos invitados a presenciar el ensayo, comienza este, fluido e integro, solo interrumpido un par de veces para cambiar de “escenario”. Cuando menos te lo esperas estás ya inmerso en la obra del maestro ruso.

* Creo que es una de las visiones literarias mas acertadas que he visto en el cine, por no decir la más acertada. No solo creo que aborde adecuada y magistralmente la obra de Chejov; no es que sea más o menos fiel al relato o a su espíritu, sino que veo esta película como una visión recreada en el celuloide de la experiencia literaria en general; y para plasmarla Malle no vaga por intrincados vericuetos dialécticos, ni nos sermonea, ni formula un pedante discurso reivindicativo; sino que erige todo un sensible homenaje al teatro y a la literatura, a nuestra experiencia ante las letras, desde la modestia y la honestidad.
En el paso del grupo de actores desde la vorágine del mundo moderno, donde se mueven como pez en el agua, a las profundidades en penumbra del imponente y destartalado teatro, veo la experiencia de situarse ante un libro y abrir sus páginas; desapareciendo incluso la conciencia del prosaico entorno a medida que se enfrasca uno en la lectura, como ocurre en esta película según vamos avanzando en la obra que nos presentan. Malle no recurre para protagonizar su cinta, ni a desadaptados de inquietudes artísticas, ni a freakies obsesivos, ni a bohemios snobs, sino a urbanitas anónimos que acaban encarnando de forma sublime a los personajes de Chejov; porque aunque lo repito en cada gran película, todos los actores, y aquí son 8-10, están soberbios; en unos minutos, sin artificio ni ambientación ninguna, te introducen completamente en la obra, de tal forma, que nos olvidamos de todo lo que rodea el ensayo, de la condición de este mismo, e incluso de lo que a nosotros mismos nos rodea. Veo en el descomunal y ruinoso edificio del teatro una gruta o cueva del tesoro, donde cobran vida joyas como la que representan el grupo de actores; como una mina que alberga magnificencias de las que se ha olvidado ese frenético mundo donde se enclava el edificio, que ha ido surgiendo alrededor de este, ignorándolo poco a poco, y haciendo caso omiso de las riquezas que en el se enseñoreaban. No se que ha querido exactamente significar Malle llevando la representación a un desvencijado teatro que se cae a pedazos, y donde no se puede ni usar el escenario por peligro de derrumbe, pero me encanta ver a ese grupo de actores, gentes de hoy día, interpretando a Chejov en la penumbra, con el único fondo de alguna pared desconchada, surgiendo de la oscuridad, como una aparición; como una llama que prende en el corazón de Vanya, Sonia, o Yelena; como las palabras surgiendo del blanco de las páginas del libro.

* A los 15 min. Estamos ya presos del encanto de esta película, que poco a poco va ganando intensidad gracias al grandioso trabajo de los actores en su afán por captar los personajes; al final es difícil no emocionarse, tanto por lo que nos transmiten los actores, como considerando la personal, sensible e iluminada mirada de Malle.

viernes, noviembre 10, 2006

I Lunghi Capelli della Morte







Dir. Antonio Margheriti
Italia 1964




Kurt Humboldt, un noble del siglo XV, para encubrir su perfidia y culpa en el asesinato de su tío, el rey, acusa a la mujer de este de ser su asesina, además de bruja. Cuando la hija mayor de esta acude al conde Humboldt, padre de Kurt, en busca de ayuda, acusándose ella misma para salvar la vida de su madre, el conde abusa de ella aprovechando la situación. Ambas mujeres morirán a manos de sendos Humboldt, pero lo harán maldiciendo su estirpe y a toda la población. Pero la hija pequeña de la supuesta bruja permanecerá acogida en el castillo, casándose años más tarde con Kurt Humboldt. Poco antes de la boda la maldición lanzada años atrás comienza a abatirse sobre los Humboldt y sobre la ciudad.





* Aunque eran varias las razones por las que me atraía esta película, ha pasado mucho tiempo hasta que me he decidido a verla. Estaba a la espera de hacerme con una versión doblada, o con los subtítulos; pero nada. Finalmente la he visto en versión original, y el poco italiano que se me ha bastado.
Como he dicho antes, la película tenía a priori varios puntos a su favor: su director es Antonio Margheriti, responsable de “Danza Macabra”, la cual me había gustado bastante; la siempre enigmática Bárbara Steele; la supuesta fuente de inspiración de esta película en “La Máscara del Demonio” de Mario Bava, estrenada cinco años antes, y protagonizada también por Steele; y el hecho de que en general no me hayan defraudado las muestras de viejo terror italiano que he visto.

* En primer lugar he de decir que “I Lunghi Capelli della Morte” me ha gustado más que “Danza Macabra”. Respecto a la película de Bava, ha pasado el suficiente tiempo desde que la vi como para no atreverme a hacer comparaciones, aunque si me arriesgaría a decir (aunque algunos me lapiden por ello) que la película que nos ocupa me ha causado más impresión que “La Máscara del Demonio”; todo sería volver a ver esta última.

* De Bárbara Steele he obtenido lo que esperaba y deseaba: un buen papel de mujer-espíritu fatal, misteriosa y sugerente, con esos ojazos que los dioses le han dado y que te dejan petrificado; parece realmente un ser de ultratumba esta mujer; impone. Además aquí esta bien acompañada por George Ardisson, en el papel de villano malísimo. En general ninguno de los intérpretes desentona.

* En cuanto a la ambientación, me esperaba la típica neblinosa, sobria y sombría, que en parte heredará el giallo posterior; alejada del goticismo confitado habitual de la Hammer, y de su ocasional exotismo pueril; lo que no esperaba es que me fuese a gustar tanto como para remarcarla. La austeridad del microcosmos pseudomedieval recreado, con ese goticismo frío y solemne, pese a la modestia de los decorados, brinda un buen puñado de magnificas escenas bien imponentes: todo el inicio del film, con la bruja conducida a la hoguera, y su quema; la imagen de su hija (Bárbara Steele) junto a la pira, postrada de hinojos ante las cenizas, jurando venganza, impotente (quien pudiese hacerse con un poster de esa imagen...); la irrupción de esta última en la boda del príncipe, como la tempestad colándose en el alma de uno; y más. Hay escenas me han impactado tanto como algunas de las imborrables del cine de terror mudo de principios de siglo.
Por cierto, fuera de esto, atentos al cabezazo que creo se da con el dintel de la puerta de la celda uno de los guardias cuando entra al calabozo a por la bruja.

* Respecto a la historia, esta se aleja del romanticismo bastante común en el cine gótico, así como de sus también habituales desvaríos filosóficos; no digo que sea una virtud, pero a veces a uno le apetece enfrentarse a un relato del goticismo descarnado de antaño; de hecho considero que esta película es más fiel al espíritu de la vieja literatura gótica (Walpole, Lewis, ...) que muchas películas del género, incluso las basadas en esas obras; siempre salvando lenguajes y distancias. Estamos ante una historia de odios, venganzas y crueldad en tiempos de peste y caza de brujas; una historia que con las licencias modernas daría mucho juego. Aparte de esto, la trama en sí me ha parecido interesante, bien articulada y consistente; siempre perdonando los elementos fantásticos más o menos estrambóticos, pues no son más de un par, y teniendo en cuenta que la película tiene 40 años.

* Resulta extraño, viendo una película de un goticismo tan solemne, a la vez que frío y sobrio, que es del 64, pero que podía haber sido rodada veinte o treinta años antes, ... resulta extraño digo, pensar que en una década veremos aparecer a los Hooper, Carpenter, o a los clásicos del giallo-terror italiano.

* Lo dicho, goticismo de espíritu añejo, con una puesta en escena y ambientación modesta pero imponentemente oscura... y bueno, Bárbara Steele; a mi me basta.

sábado, noviembre 04, 2006

Muñecos Infernales


The Devil-Doll
Dir. Tod Browning
EEUU 1936





Marcel, un científico loco, y Lavond, un banquero encarcelado por la perfidia de sus socios, escapan de la cárcel para dar rienda suelta a sus extraviados planes.
Marcel muere poco después de la fuga, pero tras haber llegado a su hogar, y hacer participe a Lavond de la naturaleza de sus experimentos. Tras la muerte del científico, Lavond ayudará a la mujer de Marcel a seguir con los experimentos, y estos le ayudarán a él a llevar a cabo su venganza.
















* Otro título imprescindible del autor de la imperecedera “Freaks”. Quizá hoy día no cause el impacto que sí que provoca aún esta última, pero no por ello está desfasada; es una maravilla, y se echan de menos propuestas de estas características en la actualidad, que combinasen el espíritu del viejo terror, con lo que los tiempos modernos y sus libertades ofrecen al cineasta de hoy.

* Aunque los efectos de esta película puedan provocar carcajadas en muchos aficionados al cine de hoy, amantes de lo digital, a mi me han gustado bastante; me gusta el efecto causado al reproducir la reducción de los cuerpos, unas veces superponiendo planos, y otras recreando a gran escala los objetos (o eso creo, pues la calidad de imagen de la copia que he visto no era precisamente óptima). Al no ser un gran conocedor de la fantasía de la época no se el impacto que causarían tales efectos en su época; ya digo que a mi me resultan atractivos (quizá también entrañables), y el tono de la película hace olvidar lo chocantes que a día de hoy puedan resultar.



* La parte, horripilante digamos, de la historia resulta bastante inquietante desde un principio, con ese Marcel, perfecto en su papel de típico científico loco, que en su obsesión por el supuesto bien de la humanidad sobrepasa los límites de la cordura en sus experimentos; y su mujer, no menos desquiciada, con el mismo extravío en la mirada y el comportamiento. La idea del ex convicto perseguido, que disfrazado de abuelita fabricante de muñecos recorre París introduciendo sus “muñecos infernales” en las casas de sus víctimas, es una excentricidad de lo más atinada.



* Pero yo me quedo con la historia personal del protagonista, Paul Lavond. Ha permanecido en la cárcel, siendo inocente, 17 años, resistiendo gracias al odio hacia sus ex socios, y al amor por su familia, que paradójicamente ha estado alimentando ese odio. Ha pasado todos esos años consciente de que su entrada en la cárcel destrozó a su familia; que esta lo considera un ladrón, un malhechor; consciente de su desprecio, y en especial del de su adorada hija; son emocionantes las escenas en que esta vitupera de forma brutal a su padre ante la supuesta viejecita, sin saber quien es en realidad; las visitas de Lavond a su madre, ... me ha encantado la dimensión emotiva del film.
Muy bien también está para mi plasmada la encrucijada en que se encuentra Lavond. Tiene que vengarse de sus ex socios porque el odio que ha ido acumulando durante 17 años no le deja alternativa, y tiene que limpiar su nombre ante su familia y la sociedad, borrar la execrable imagen que se han forjado de él, e intentar sacar a su familia de las miserias en que se ve sumida desde hace tantísimo tiempo. Pero debe probar su inocencia haciéndose culpable de algo aún peor que aquello por lo que le condenaron; aunque suene extraño debe recuperar a su familia sin volver a verla jamás, pues el ver como viven sus socios gracias a su falsedad, y pensar como esa falsedad llevó a su familia a la ruina, la desgracia, el desprecio hacia él, y la anatema social, hace que la vuelta atrás en sus planes sea imposible.

* Historia de amor-odio acompañada de un atractivo componente fantástico y de terror.