Cheonnyeon ho
Dir. Kwang-hoon Lee
Corea del Sur 2003
A las puertas de nuestra era, en mitad de luchas intestinas en tierras coreanas, el espíritu de un malvado jefe tribal fue confinado en cierto lugar, y retenido por el dominio de una espada cargada de poder. Mil años después, una muchacha víctima de las intrigas de palacio será poseída por ese espíritu, el cual intentará cobrar venganza sobre los descendientes de aquellos que lo vencieron.
* The Legend of Evil Lake tiene todo aquello que me atrae de los dramas épicos, de artes marciales, o como se los quiera llamar, que tan de moda se han puesto desde hace unos años; aunque parezca que la moda va decayendo, quizá por repentino desinterés por lo exótico, que hasta hace poco tanto gustaba, o por repetición abusiva de patrones, o porque los señores que antes decían algo con estas películas ahora no tengan nada que decir (se me viene a la cabeza por ejemplo
* Uno de los atractivos que la alejan de sus congéneres es la inclusión de la fantasía e incluso perlitas de terror. Aquí la fantasía no se limita a acrobacias aéreas, superpoderes, o al absurdo elevado al nivel de lo fantástico; dentro de lo que cabe, el film es muy discreto al respecto. Lo que tenemos no es una espiritualidad arrebatada y explosiva que nos arranca de lo terrenal, sino un elemento sobrenatural explícito que viene a entrometerse en la cruda realidad. Algunos tétricos ambientes y la vengativa figura del cuerpo poseso de Jaunbie nos dan algunos apuntes de terror. Este componente y el fantástico son de lo más sugerentes, y están muy compensados. Son subyugantes y esplendidas muchas de las escenas que nos ofrece el lóbregamente hermoso personaje de Jaunbie. También contribuye al aparato fantasioso la figura del maestro y tutor de la muchacha, especie de monje guerrero portador de secretos y protector de arcanos. Estas dos figuras, como se las trata, me recuerda a cintas como Una Historia China de Fantasmas, o
* La película es tan ágil que se hace corta. No trastabilla nunca, no se detiene contemplativamente en ningún momento, ni nos machaca elemento alguno. Cabalga audaz como los caballitos que a veces montan los personajes. Me resultan además interesantes todos los personajes: la emperatriz, acosada por las responsabilidades, las intrigas que se forjan a su alrededor, y un amor no correspondido; Biharang, con el corazón dividido entre su dulce campesina y su lealtad férrea hacia su emperatriz; Talwi, bravamente fiel a su general; o
* Mención aparte para la relación entre Biharang y Jaunbie, y más cuando esta se levanta de su acuática tumba para destruir todo un reino. Espléndidamente novelesca y romántica es la situación y la lucha de ambos. El cuerpo de Jaunbie, mantenido con vida o actividad (no lo se) por el malvado espíritu, conserva también la mente y el alma de la joven. Recupera el dominio solo de vez en cuando, y solo para convencerse del daño que se les está inflingiendo a los demás, sobre todo a su compañero y a su maestro. Solo vuelve en si para sufrir. Y que decir de él, ahora con el corazón aún más escindido entre el amor a Jaunbie y el respeto y fidelidad a la emperatriz y a su reino. Decida lo que decida las consecuencias pueden ser catastróficas para él. Muy bonita y desgarradora historia de amor.
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