miércoles, mayo 02, 2007

The Fountain

Dir. Darren Aronofsky
EEUU 2006














* Película para ver más de una vez, por si entre su despliegue visual has dejado escapar algo que te ayude a comprender mejor a los personajes y su situación. Hay que escarbar entre las explosiones pseudos-místicas y trascendentales que lanza el film para acercarse realmente a los protagonistas. Pero como es de esas películas que tendrán tantas lecturas como espectadores, pese a que la veamos dejándonos llevar por un doloroso estado de confusión, bien podremos digerirla a posteriori, repescando acá y acullá los anclajes que nos hagan falta, pero como digo, no está de más revisionarla.

* Como siempre, acabo sintiéndome más atraído por los personajes y su historia que por aspectos técnicos y formales; aunque en este caso es difícil obviarlos. Es difícil pasar por alto el apartado técnico de “The Fountain”, su aparatosidad visual, su música, un cúmulo de elementos que parecen tener la finalidad de avisar al espectador, en ciertos momentos, de que lo que ve tiene más trasfondo intelectual del que quizá atesore.

* Los extraños pasajes donde una especie de Tomas budista comparte nebulosa con otra especie de “árbol de la vida”, creí entenderlos en un principio como sangrantes desvaríos provocados por el sufrimiento, pero creo que con ellos tan solo se intenta representar el dolor y la lucha de él, conjugándolo con algunas de las concepciones que sobre la vida y la muerte se ha hecho ella, y que la ayudan a sobrellevar su sino. Quizá en estos pasajes se materialice, independientemente de la situación real de los protagonistas, un acercamiento entre los esfuerzos de ambos por servir al otro, acercamiento que las circunstancias que viven imposibilitan, pues el combate que él lleva a cabo, por ella y su unión, los separa en unos momentos clave. Que cada cual juzgue si tales pasajes son adecuados o necesarios. Y que cada cual juzgue, cuestión más interesante a mi entender para pensar sobre ella, si era o no hora de dar la batalla de él por terminada en las circunstancias que se nos narran.

* En cuanto al tema del libro que ella escribe, creo que comienza a escribirlo una vez ha llegado a término el proceso que logra para ella la serenidad con que se nos presenta desde un principio. Aparte de ciertas insinuaciones y referencias a mitos, casi nada sabemos de ese proceso que ante lo irrevocable la mantiene en una paz de espíritu que mucho querríamos tener en tal situación, paz de espíritu tan solo turbada por la inquietud que su pareja le genera.
Creo que cuando ella intenta insuflar en él un hálito de ese sosiego, consciente de que su dolor es demasiado severo, de que no podrá alcanzar esa serenidad por los cauces por los que ella la ha conseguido, y de que para solo intentarlo debería apartarlo de su trabajo, volcado en ella, lo cual parece ahora difícil más que nunca; entonces decide comenzar el libro, donde plasma de manera fantasiosa las circunstancias personales de ambos y su situación. El libro es un regalo para él, un homenaje, una parte de ella, y de ellos, un recuerdo, una forma de ayudarle en esos momentos. Comprometiéndole a escribir de su puño y letra el último capítulo lo obliga a exteriorizar ese dolor extremo, a recapitular, comprender, y quizá, con el tiempo, serenarse y acercarse a lo que ella fue. El sufrimiento lo eleva del suelo cual una llama, y con su relato ella intenta de nuevo acercarlo hacia sí. Todo lo que no ha podido hacer por él durante sus interminables horas de lucha y trabajo lo palia en parte con su libro, sin el asidero del cual él no se recuperaría nunca.

* Creo que, si bien en otros aspectos Aronosky no ha dado en el clavo, su forma de plasmar la serenidad de ella, el dolor de él, los esfuerzos de ambos encaminados al otro, y su triste alejamiento en momentos cruciales, es del todo genial, muy emotivo, y desgarrador.

6 comentarios:

Iveldie dijo...

Muy interesante tu comentario, como bien dices hay tantas lecturas como espectadores, pero la tuya me parece sin duda muy buena. He leído en otros blogs algunos comentarios que son realmente difíciles de digerir, casi más que la película, tu plasmas tu forma de entender la película de forma que los que te leemos comprendemos lo que quieres decir, no se si entiendes lo que te quiero decir, pero es la sensación con la que me quedo al leer tu reseña.

A mi personalmente la película me encantó, aunque a diferencia de ti yo me quedo más con la forma que con la historia y personajes, pero no en esta película sino en casi todas, ya que como he dicho muchas veces en mi blog muy a menudo no comprendo las películas, me pierdo con los personajes y se me olvidan un montón de cosas a medida que avanza la acción por lo que los finales casi nunca los entiendo. POr esa razón me fijo en la parte técnica, aunque quizás, solo quizás no me entere de las pelis por fijjarme demasiado en lo demás... es el gato que se muerde la cola...

Saludos!

Antonio Rando dijo...

Muy buenas iveldie. Entiendo lo que quieres decir. Creo que si mis reseñas son comprensibles o digeribles es porque, como no entiendo casi nada de cine, en cuanto a aspectos formales ni técnicos, suelo centrarme en aspectos más “humanos”, aparte de que me gusta simplemente dar algunos apuntes de mi experiencia ante las películas, más que estarme una semana analizando alguna, y diseccionarla a muerte; intento que las reseñas sean amenas. Y si, ya me he dado cuenta de que tu sueles preocuparte más por aspectos formales; ya leí tu reseña sobre este film. Aunque claro, creo haberte leído que has estudiado cine, así puedes escribir sobre seguro, yo prefiero no quedar muy en evidencia, así que escribo sobre mi experiencia tal cual, a que meterme en camisa de once varas…

Saludos!!!

Anónimo dijo...

Pululando por blogs descubrí el tuyo de forma casual y suelo seguirte con cada crítica que escribes. Y, ciertamente, me gusta tu forma clara de escribir frente a sesudas tesis fílmicas (que por desgracia he tenido que leer bastantes).

Ahora bien, en lo referente a "The Fountain" y con la mano en el pecho, yo, que he visto todo el cine de Tarkovski o Dreyer por poner dos ejemplos de cine "sesudo", no me he enterado un pijo de lo que ha querido decir Aronofsky.

En mi humilde opinión, la película es una auténtica paja mental sin chicha.

Eso si, de increible factura técnica (grandiosa la gran escena final), aunque para mi gusto en algunos momentos muy reiterativa en lo referente a estructura de planos (acabé cansado de tantos planos con la misma composición y posición de cámara).

Mención aparte lo que para mi es lo mejor del filme: su score. Clint Mansell borda una partitura en su éstilo hipnótico-cíclico, otra vez con la ayuda de la Kronos Quartet y encima con el grupo MAGNÍFICO Mogwai.

Algo largo mi comentario, perdóneme.

THE UGLY FACED BOY

www.fotolog.com/the_uglyboy

Antonio Rando dijo...

THE UGLY FACED BOY, que va a ser largo tu comentario, lo bueno, si largo, mejor. Si no quisiese que la gente comentase deshabilitaría esa opción. Los comentarios están para abrir un diálogo sobre la reseña y la película, y si hay que explayarse, se explaya uno.

Como ya he dicho por ahí en algún sitio, la película me ha encantado por como desarrolla la historia y por los personajes, y no me he guardado que, en algún momento, algún pasaje me ha resultado ridículo, en mi opinión, y que la película en general no me ha hecho darle mucho al coco, quizá más al corazón. Estéticamente, bueno, quizá la película, por ese empeño de situarse entre varios “mundos”, me parezca un poco fracturada. Además, creo que a Aronofsky se le ha enredado un pie en lo emocional, otro en lo místico, y se ha hecho la picha un lío, como decimos por aquí.

Y ya que nombras a Tarkovski por ejemplo, mientras que Solaris es mi película favorita (no solo de este director, sino en general), y que es para mí todo un VIAJE, Stalker me resultó mucho más rebuscada, y con El Espejo anduve aún más perdidísimo. Respecto a Dreyer… mi director favorito, del que por cierto proyectan hoy Gertrud en la Universidad de Málaga y allí andaré, que casualidad.

Saludos, y gracias por la visita, ¡las visitas!

Iveldie dijo...

Desde aquí confieso que todavía no he visto ninguna película de Dreyer ni de Tarkovski... ahora mismo me estoy bajando "Ordet". De Tarkovski nos pusieron un día en la escuela de cine una secuencia que me pareció tan terriblemente soporífera que se me quitaron las ganas de indagar en su cine. La secuencia trataba de sobre un tio que cruzaba una especie de lago con un candelabro en la mano, primero iba hacia un lado, luego hacía el otro, asi durante no se cuanto rato. No pusieron esa escena durante dos horas, analizándola, el porfesor decía que era la mejor secuencia de la historia del cine. Pues vale, será lo buena que quiera,, pero enseñarla así aislada y repetirla 10 veces hizo que toda la calse pillaramos manía al Tarkovski ese.

Aun así tengo ganas de ver Solaris, el remake, a diferencia de la opinión mayoritaria, me pareció mu y interesante.

Saludos!

Antonio Rando dijo...

Iveldie, supongo que cuando uno estudia cualquier rama artística acaba cogiéndole tirria a muchos autores con tanto análisis, disección y repetición de sus obras; quizá pierdan algo de la gracia que pudieran tener, como si un ilusionista desvelara sus trucos. Repito que Tarkovski mayormente me resulta confuso, creo que demasiado complejo para mí, aunque también repito que Solaris es mi película favorita; y La Infancia de Iván la tengo por ahí aparcada. Una de las cosas que siempre me han fascinado de Tarkovski es su capacidad para descolocar al espectador. Le he visto algunos travellings donde parece que todo el mundo alrededor va cambiando mientras el lo va captando, no se explicarlo, pero buf, increíble. Y ya que estás pillando Ordet, te digo que también está entre mis 10 pelis favoritas, aunque podría decir algo similar de otras varias de Dreyer.

Saludos.