jueves, julio 05, 2007

Inugami


Dir. Masato Harada
Japón 2001



















* He de reconocer que tengo debilidad por las historias que tratan sobre la pervivencia de ritos y costumbres ancestrales dentro de comunidades modernas, y aunque no sabía del todo bien de que iba esta película, eso es lo que me he encontrado. La película tiene sus puntos flacos, pero no le falta encanto. Lo que me ha extrañado es que en muchos sitios se la enmarque dentro del cine de terror, ya que es más bien una especie de drama rural con algún toque fantástico.

* La película trata del enfrentamiento entre familias de un pueblo de las montañas, pueblo que goza de las comodidades modernas, pero donde algunos siguen obsesionados por tiempos y costumbres pasadas, lo que unido a lo agreste del boscoso escenario donde se enclava el pueblo, da una seductora sombra de atavismo que es una de las cosas que salvan la película, y que me hacen disfrutarla.

* La historia en si tampoco está falta de interés, pero si hay algo que, vagando por esa neblina atávica, arrastra la película lejos del peligroso mar de la mediocridad, es el personaje de Miki, a quien vemos desde la presentación en unas magnificas imágenes de su trabajo en un antiguo taller de papel. Un personaje oscuro y misterioso, con personalidad, y porque no, bastante morbo.

Se va convirtiendo de forma escabrosa en el centro de toda la historia, de todas las rencillas familiares, y de los problemas de un pueblo donde se reaviva la superstición encarnada en ella y su familia. Pasará de ser respetada artesana a bruja repudiada; sin proponérselo. Es la que carga finalmente con todo el peso de las ancestrales tradiciones que se niegan a abandonar aquellos parajes.

Todo esto está sazonado con algunos elementos fantásticos, unos muy adecuados a la par que desconcertantes; otros, insignificantes. El interés también estriba en como vivencia ella la situación. Después de haber hecho un esfuerzo por normalizar su vida, parece que el espíritu de vivos y muertos no olvidan nada ni a nadie, y menos a ella. Miki se va convirtiendo prácticamente en el alma del pueblo, la elegida de esos espíritus Inugami para, a través del horror, mantenerse vivos según unas creencias proscritas en otros lugares.

* Por la belleza de algunas escenas, el tono enigmático, y el personaje de Miki, merece la pena hincar el diente a “Inugami”.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Destacar del film el tallor donde se fabrica el papel de arroz, me parce de una sensibilidad sublime esas escenas, y como haces mención en tu reseña increible las costumbres de ciertas culturas....
Buena reseña...

Antonio Rando dijo...

La verdad que la forma de presentarnos el taller artesanal de papel es fascinante, y de lo poco realista del film, es decir, que recuerde es el único aspecto sobre la cotidianeidad rural que la peli retrata de forma natural, y porque no decirlo, fascinadora.

Saludos.