martes, septiembre 11, 2007

Nosferatu

Nosferatu, eine Symphonie des Grauens
Dir. F.W. Murnau
Alemania 1922

No solo es mi película favorita de las basadas en la novela de Stoker, sino también de las que tratan el mito del vampiro. Con una oscura, abatida y condensada carga romántica, despojada de la moralina que reviste toda la novela, de la cual recoge personajes y trama.
Deudora del espíritu gótico y del simbolismo de literatos de décadas pasadas; más que del propio Stoker, de autores como Hoffamnn o Storm, y de algún que otro francés. Todas las secuencias desde los preparativos de Harker y el Conde para abandonar el castillo camino de Bremen son realmente impactantes y de una tensión dolorosa; cada imagen es un golpe. Encuentro sublimes las analogías que se establecen entre Nosferatu y su entorno con la enfermedad y la pandemia; la comparación de esa tierra de fantasmas y espíritus que evitan los lugareños con una tierra infecta y maldita, foco de contagio, donde el misterio y el horror van de la mano de la enfermedad y la muerte.
La vana carrera de Harker por llegar a Bremen antes que la epidemia, el navío fantasma que trae la muerte a la ciudad, los desfiles de ataúdes por una ciudad antes bulliciosa y ahora desierta y paralizada por el miedo, desesperada, sin saber que una criatura enferma es la causa de todo ello, el pánico y la desmoralización generadas por la impotencia… todo se expone en una concatenación de sutiles, fugaces, fascinantes y certeras miradas a la catástrofe, que sin necesidad de efectismo ni petulancia nos retratan la desolación.
De las pocas películas que mínimamente conjugan la fantasía simbólica con alusiones al posible origen del mito, de manera compensada, manteniéndonos en un brumoso suspense de pesadilla, de un magnetismo sobrecogedor. Increíble como se puede concentrar tanta tensión y zozobra en simples imágenes como el oleaje rompiendo contra el casco del buque, o este llegando solitario a puerto. Con los elementos que me atraen en el cine de horror: drama, misterio, romanticismo turbador, desazón, sugestión…
Narrativamente tejida casi al modo de la leyenda popular, o del cuento posterior de exponentes como los Grimm.
Del cine poderoso sin alardes que tan bien se les da a los centroeuropeos, cuna del goticismo y corrientes post-románticas.

5 comentarios:

Juniper Girl dijo...

Nosferatu es la mejor película de vampiros por siempre...

Antonio Rando dijo...

Si Juniper Girl. Desde hace 80 años nadie ha echado una mirada mejor a la figura del vampiro; quizá por que con ella no se han atrevido los directores adecuados.

Anónimo dijo...

Estoy con vosotros en lo que decis pero no olvidar Vampyr de C.T. Dreyer, quizás no trata el tema de una forma tan explícia como en el jemplo que nos muestra budokan, pero es una obra digna de ver.

Saludos...

Antonio Rando dijo...

Tienes razón troncha. Rebuscando entre el cine vampírico me extraña no haber caído en la película de Dreyer; gran error. Mucho de lo que he comentado sobre Nosferatu sería extrapolable a Vampyr, con la que tiene mucho, mucho en común. Son ambas igual de impactantes y magnéticas.

juandediosaguila dijo...

ok Nosferatu es un gran clàsico, de hecho es uno de mis favoritos pero analizando sin apasionamientos hay dos detalles, el primero, curioso y sin mayor importancia, Nosferatu no se convierte en Murcielago, se convierte en ¡RATA!, chequenlo, los colmillos son de roedor no de vampiro.
segundo detalle: ¡Puf!, el heroe de la pelicula es gay se le nota a leguas, eso seria lo de menos, pero lo peor de todo, la heroina es ¡HOMBRE! por favor chequenlo, la cara, larga, las manotas, evidentemente masculinas, analizenlo.