The Birth of a Nation
Dir. D.W Griffith
EEUU 1915
Se que muchos me pondrán a parir por glorificar esta película, pero ahórrense las críticas y embestidas vía comentario porque soy inmune.
Sin duda, una de mis 10 películas favoritas. Cuando la vi por primera vez, no podía quitarme de la cabeza que se fechase en 1915; hace más de 90 años. Y es que es difícil encontrar, durante todo ese enorme lapso de tiempo, cintas con la carga épica, en todos los sentidos, que tiene “El Nacimiento de una Nación”. Por una parte, he leído que con ella se inaugura el lenguaje cinematográfico moderno, que todo el cine posterior está en deuda con esta cinta y su responsable D.W. Griffith; pero por otra parte lei también que todos los recursos que en ella son usados, ya estaban presentes en el cine de la época, y que Griffith simplemente los explotó de manera diestra y tenaz, como un verdadero maestro, para edificar esta colosal obra. Sea como sea, impresiona pensar en tal despliegue para esa época. Su épica no está solo en sus imponentes escenas bélicas, o en su discurso, sino en la forma de narrar las “sagas” de las dos familias que la protagonizan; en la suerte y experiencia de todos los personajes; la forma de afrontar su situación.
Marcado tono romántico y emocional, ahora políticamente incorrecto y puesto en entredicho desde hace décadas, pero que por aquel entonces dio una libertad, que ahora sería inaudita, para este homenaje a la “raza”, por muy mal que suene.
Muy sesgada, desconcertante y equívoca en su mensaje, por mucho que en la introducción se intenten guardar las apariencias y poner sobre aviso la sensibilidad del espectador. Pocos serán los que permanezcan impasibles ante su dimensión sentimental, y porque no, ante su morbo; ante toda su apoteosis del honor, el amor, la amistad, la nobleza, el valor.
Espectacularidad y emoción. 3 horas que se hacen cortas y mantienen en vilo en infinidad de momentos. Aunque me crucifiquen por ello, las secuencias de los preparativos de ese ejército pseudomedieval en que se configura el KKK para cargar contra el pueblo tomado por la gente de color, y todo el trayecto final de la película es de lo más portentoso y deslumbrante que yo haya podido ver en el cine.
Monumental e inmensa, no solo por despliegue y exhibición, sino por desarrollo narrativo, retrato de los personajes,… Colosal. Del resto de obras de Griffith me quedo con “Way Down East”, que también me dejo sin aliento, antes que con “Intolerancia”.
3 comentarios:
Muy bien Irian, defendiendo lo tuyo, y porque no te va a gustar, hay veces que tenemos que darnos cuenta que se pueden o no compartir las ideas que desarrolla una película, pero lo que también hay que darse cuenta es que el producto final como tal puede ser una joya.
Adelante con tu buen hacer.
Saludos...
Hola troncha. Claro, lo que pasa es que mucha gente se siente violenta cuando se implica emocionalmente con un film de discurso, digamos, políticamente incorrecto, o de mensaje equívoco. Aunque yo creo que esta película debe verse reparando en la época en que se filmó. Y realmente no retrata ni realza ideologías, más bien reacciones emocionales a contextos dados, de las que no nos libramos nadie en situaciones y circunstancias delicadas, por mucho que queramos mantener el tipo.
sabemos que Griffith no era una buena persona, o al menos su racismo le quitaba meritos morales, pero tambien sabemos que la narrativa clasica del cine viene de el, gracias a este inteligente director comienza el cine como lo conocemos hoy...!!!
saludos buen blog...!!!
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