sábado, septiembre 22, 2007

Tears of Kali

Dir. Andreas Marschall
Alemania 2004

En los años 70 algunos occidentales viajaron a la India y se incorporaron a ciertas comunidades terapéuticas donde se fusionaba la psicología y psiquiatría occidental con las tradiciones y rituales orientales, tibetanos e hindúes. En su afán de búsqueda y experimentación, sobrepasaron los límites permitidos, y las consecuencias, para muchos de los afectados, han perdurado en el tiempo.


* A la mayoría de la gente que conozco, y que ha visto "Tears of Kali", esta cinta le pareció, como mínimo, interesante, y dentro del género, de lo mejor en años. En los foros generales sobre cine tuvo una acogida bastante tibia, cuando no negativa.
Desde mi perspectiva como aficionado al cine, e interesado por el género de horror, dentro del cual pocas veces hallo algo con un mínimo de interés, tal recibimiento me parece bastante extraño, ya que cuando vi este film, la mayoría de la gente en la sala disfrutó enormemente con él, y salió de allí hablando bien de lo que acababa de ver.
A mi personalmente me atrae el hecho de que es de las pocas películas de horror que, a mi parecer, merece aquello de "lovecraftiana"; en el sentido de que usa los recursos que literariamente explotaron Lovecraft, Machen, o Hogdson, para crear angustia y desazón, haciendo que el pasado del que parte la narración o situación actual se inyecte en la mente del espectador, haciéndolo más sensible a lo que se despliega en pantalla, siendo así golpeado desde dos frentes. Esas referencias ocasionales que van descubriendo un horrible pasado velado, atraen nuestra atención, obligándonos a reconstruir, mientras el film nos obliga a tener otro foco de atención en las imágenes; es como abrirse de piernas y descoyuntarse (por decirlo de alguna manera). Para mi ese es el mérito de la película: inocular el horror. Por lo demás, la historia y tal me parece interesante; lo angustioso, todo una novedad tal como está el género; y el apelar a la imaginación del espectador, de lo más arriesgado, bienintencionado, utópico, e ingenuo.
Quizá “Tears of Kali” hubiese dado más de si con algo más de presupuesto, y construyendo la película como largometraje, y no como tres episodios conectados temáticamente, pero independientes.

* El primer episodio, “Shakti”, es tremendamente oscuro, y de golpe reúne esas características que he señalado arriba. En principio vemos como una de las víctimas de aquellas terapias practicadas en la India ha acabado en la actualidad recuperándose en un psiquiátrico. Cuando una supuesta periodista investiga su historia y va desempolvando el pasado, este vuelve a tomar posesión de la vida de los presentes de forma atroz. El crescendo de horror que articula este episodio es magnífico, vehemente y salvaje. Como en los otros dos episodios, casi nada se nos muestra a las claras, ni ese pasado terrible, ni los horrores que se despliegan hoy día. Desesperación ante lo inevitable. Personajes atrapados por espantosas experiencias que los marcarán para toda su vida, que deben limitarse a respirar para no excitar la catástrofe. La conexión del aspecto sobrenatural con la psicoterapia y la tradición y mitología orientales da un tono muy turbador. Además, es el episodio filmado en un estilo más crudo y realista, lo que lo hace brutal.

* “Kali” es el segundo episodio. Tiene toques de humor negrísimo. No del necio humor tan de moda en algunas muestras de terror actuales, sino mordaz y virulento. Aquí no se remite tanto a ese pasado oculto, pero es el episodio más duro, y quizá también el menos tenebroso.

* En “Devi” se retoma el espíritu del inicio. Volvemos a las tinieblas. No tiene el ritmo cada vez más acelerado del primer episodio, pero la atmósfera es, al igual que en aquel, paulatinamente más malsana y sombría; desoladora. Contiene muchas escenas realmente paralizantes por angustiosas. Explora esos mundos individuales, que nunca pensamos que puedan esconderse en aquellos que nos rodean, pero que pueden estar ahí. Nunca sabemos de donde han salido realmente las personas que se cruzan a nuestro lado; de donde vienen. Existiendo lugares y experiencias de pesadilla, muchos pueden no haber vivido la misma anodina e inofensiva existencia que hemos llevado nosotros. Cualquiera puede ser una criatura de tinieblas, como muchos de los personajes de “Tears of Kali”, abrumados por lo ignoto y el horror.

* De lo más perturbador del cine de terror en años. No solo de truculencia y salvajismo va a vivir el cine de terror, aunque a veces lo parezca.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias Irian, una de las que me apunto para ponerla en el "cerro" y visualizarla en un futuro.

Saludos...