viernes, enero 12, 2007

After Life

Wandafuru Raifu
Dir. Hirokazu Koreeda
Japón 1998






Una especie de funcionarios celestiales en una especie de oficinas a modo de purgatorio ayudan a los recién fallecidos a elegir el recuerdo de su pasado al que permanecerán ligados por toda la eternidad.



* Lo primero que yo resaltaría de este film, lo que me fascina de entrada, es la forma en que lo proyecta el director, ensamblando con una precisión que asusta una amalgama de ideas que en manos de la mayoría hubiera dado como resultado un desastre a la deriva de lo más indigesto. En cambio, Koreeda, ante un proyecto tan audaz mantiene el rumbo con mano firme y una coherencia que se echa en falta en gran parte del cine más convencional.

* El director nos propone un argumento fantástico donde enmarca una reflexión sobre la muerte, o más bien sobre la vida y los recuerdos; la muerte como un punto que nos obliga a volver la vista atrás, a llevar a cabo y hasta sus últimas consecuencias un examen de conciencia que nos negamos a hacer en vida. Como digo, esta idea la pone en juego a través de un argumento fantasioso, que roza lo estrambótico, cuando no se zambulle en él, pero dándole a todo un empaque de una formalidad y sobriedad casi documental; consigue proponer una estancia en la más fascinante oficina burocrática que veremos jamás.
Al parecer Koreeda preparó este film entrevistando a varios cientos de personas sobre el tema de su película, es decir sobre los recuerdos, interrogando a sus entrevistados sobre cuales de sus recuerdos tenían tal valor que los elegirían para convivir con ellos por toda la eternidad. De entre todos los entrevistados seleccionó los que más se adecuaban a su propósito, y creo, sin estar seguro, que estos mismos entrevistados protagonizan su film.
Nos propone así una suerte de pseudo-documental fantasioso (fantasioso por su modelo del “más allá”, no por falta de una seriedad de la que el film va sobrado) donde conjuga unas más o menos delirantes concepciones del mundo de ultratumba con una sentada y concienzuda visión de la forma en que valoramos nuestra experiencia y nos juzgamos a nosotros mismos, tomando conciencia y responsabilidad de nuestra vida y nuestros actos, basándose para ello en una ardua tarea de sondeo y entrevistas.

* Pero Koreeda no se queda ahí, sino que se ha molestado en dotar de alma a sus protagonistas, en darle una trama al film y una historia a sus personajes, en conferir a su film una dimensión emotiva y humana con una sensibilidad y un tacto tremendos, y pese a ello sin dejar de lado su consabida sobriedad, no tan críptica como en “Nadie Sabe”, pero igualmente patente.

* Por un lado tenemos a los recién llegados a ese limbo digamos “administrativo” que nos expone el director. Llegan con toda una vida de recuerdos y se les enfrenta al dilema de tener que elegir el más valioso de entre todos ellos. La idea sin más es atractivísima, pero la forma en que se nos presentan los personajes y como vamos conociéndolos a través de sus esfuerzos para desentrañar su pasado y extraer lo más precioso, ya es del todo magnífica. Como consigue el director que nos impliquemos en la vida de todos y tantos personajes, haciéndolos todos tan cercanos, es para quitarse el sombrero; y todo con ese envoltorio semi-documental tan medido y austero; perdonad que me repita, pero es que sigo impactado por este dichoso film.
No se si la figura de los funcionarios “celestiales” estará basada en entrevistas que se hicieran antes del film, pero lo importante es que para rizar el rizo el director también dimensiona a estos personajes, dándoles un pasado que se nos irá descubriendo según avanza la película, y a través de la relación que mantienen entre ellos, su trabajo de apoyo con las almas recién llegadas, y la implicación con estas. Estos personajes tienen su vida pasada, sus recuerdos como todo el mundo, sus problemas y preocupaciones actuales; no son menos humanos que nosotros, que permanecemos aquí, ni que aquellos que se afanan en sus recuerdos, analizando a la vez su vida. La forma en que se implican en su trabajo y emocionalmente con las almas a su cargo es otro de los grandes aciertos de esta película.

* Personajes como el de la viejecita recolectora de flores, o el del señor mayor que debe verse decenas de cintas de video sobre su vida para elegir un recuerdo, son de los que se quedan grabados, y se agradecen, así como infinidad de escenas: las entrevistas y ese tu-a-tu entre los funcionarios y los fallecidos, las escenas de los preparativos para recrear y filmar los recuerdos, … todo, todo emocionante de verdad.
Seguro que la película tiene también una lectura desde el punto de visto de la creación cinematográfica y artística, pero lo dejaremos para un segundo visionado.

* Pocas películas hay que conjuguen con tal maestría y pericia emoción, reflexión y experimentación. “After Life” es de una emotividad sangrante, humana y sensible, pese a ello sobria y contenida; fantasiosa y extraña, de solidez y coherencia aplastante.

* Solo con “Nadie Sabe” y “After Life” Koreeda pone en evidencia a gran parte de los cineastas de hoy; “Maboroshi no Hikari” es igualmente interesante, pero tras ver “Distance” este director está ya en mi particular Olimpo de realizadores.

1 comentario:

will be dijo...

Que tal, he leido harto tu blog, esta muy bueno, felicitaciones.
Donde puedo conseguir esta pelicula subtitulada al español, si tienes el dato, me lo envias a mi email porfa wfelipe81@hotmail.com

Gracias