EEUU 2006
Un agente de incógnito se introduce en la órbita de unos adictos y traficantes de drogas para sacar información que lleve a la detención de los distribuidores y abastecedores de la “sustancia D”, la cual en el futuro causará especiales estragos entre la población. Pero se dejará llevar, y bajando la guardia acabará el mismo adicto a esa droga, que lo extraviará en un mundo de confusión total respecto a su identidad y la de quienes lo rodean.
* Pese a que me habían hablado muy bien de varias películas de Linklater, he esperado al estreno de “A Scanner Darkly” para acercarme a este director; y tras ver algo tan convincente, y dentro de lo que cabe, original, a partir de ahora tendré que prestar más atención al resto de su filmografía.
* Lo primero que llama la atención de “A Scanner Darkly” es , por supuesto, la animación, cuyo nombre técnico no recuerdo, pero que tampoco ayudaría a la mayoría a hacerse una idea del procedimiento; básicamente viene a ser filmar la película tal cual, con actores reales, para después colorear encima. Esto ya lo hizo Linklater en “Waking Life”, y también me viene a la cabeza la desafortunada adaptación de Bashki de “El Señor de los Anillos” (desafortunada por la pobre acogida; a mi me gusta), donde creo que se hizo algo similar en algunas secuencias. Supongo que otros realizadores, que no habrán trascendido, habrán experimentado en el mismo campo, pero parece ser Linklater el que últimamente le ha cogido gusto al asunto.
El que se coloree o no encima de la imagen real es lo de menos, pero permite introducir algunos elementos que resultarían algo forzados con imagen real (los delirantes fantaseos de los personajes); contribuye en cierto modo al toque cómico, que el director no quería pasar por alto, y es un buen recurso para desarrollar el viaje alucinado y paranoico que emprende el protagonista; la animación un poco alucinógena le viene como anillo al dedo a la pesadilla que (un poco a lo Cronenberg) se quiere plasmar. Por cierto que es curioso que tal elenco de reconocidos actores se presten a que se les pintarrajee encima.
* El elemento cómico es fundamental en la película, viniendo dado por los delirios, los sinsentidos de los adictos protagonistas a esa “sustancia D”, y por unos diálogos y soliloquios de lo más acertados. La pugna entre la perspicaz pero descarriada lucidez de los personajes y sus desvaríos y desorientación te arrancan alguna carcajada, para a continuación lanzarte sin miramientos al sórdido y kafkano mundo al que los personajes han buscado salida a través de las drogas; un desolador futuro retratado con una sobriedad desesperante y opresiva. Pensad en “Dark City”, o la mas actual “Hijos de los Hombres”; “A Scanner Darkly” es más oscura y árida en su esfuerzo por proyectar un mundo futuro, y sin futuro, donde unos viven de alucinógenos delirios, otros de esta necesidad de escape, muchos de luchar contra ello, y otros ni viven.
* Desde el principio la película nos vapulea, confundiéndonos, jugando con nuestras expectativas sobre el desarrollo y los personajes, metiéndonos en el mismo mundo sin asideros en que está atrapado el protagonista..
Una de las ideas que me ha encantado es que el personaje de Fred, que no ve esperanza ni salida a su vida, donde todo es oscuridad y confusión, intente buscar la solución desde fuera de ella; analizándola a través de las imágenes que captan las cámaras ocultas en su vivienda, esforzándose en evaluarse a si mismo, a través de la mirada, al parecer más objetiva y luminosa, que lanzan las cámaras, y que el no puede proyectar.
Esta dualidad o desdoblamiento me parece un gran acierto del personaje y la historia; espiarse a uno mismo para ver si desde fuera podemos arreglar el desaguisado, para ver si atrapamos aquello que puede redimirnos y sacarnos de la pesadilla, ya que desde el otro lado de la cámara, y del mundo, no podemos.
Linklater acentúa el drama en su propuesta, arrincona la filosofía, y aún más el discurso moralizante, para arrojarnos de lleno al pozo de Keanu Reeves.
* Creo que sin la animación la película me hubiese gustado igualmente; es lo de menos.
En cuanto valorarla como adaptación de la obra de Dick; no la he leido, y tampoco creo que haga mucha falta.
* Recomendable para cualquiera, y si te va lo sórdido y kafkiano, aun más.
Una de las ideas que me ha encantado es que el personaje de Fred, que no ve esperanza ni salida a su vida, donde todo es oscuridad y confusión, intente buscar la solución desde fuera de ella; analizándola a través de las imágenes que captan las cámaras ocultas en su vivienda, esforzándose en evaluarse a si mismo, a través de la mirada, al parecer más objetiva y luminosa, que lanzan las cámaras, y que el no puede proyectar.
Esta dualidad o desdoblamiento me parece un gran acierto del personaje y la historia; espiarse a uno mismo para ver si desde fuera podemos arreglar el desaguisado, para ver si atrapamos aquello que puede redimirnos y sacarnos de la pesadilla, ya que desde el otro lado de la cámara, y del mundo, no podemos.
Linklater acentúa el drama en su propuesta, arrincona la filosofía, y aún más el discurso moralizante, para arrojarnos de lleno al pozo de Keanu Reeves.
* Creo que sin la animación la película me hubiese gustado igualmente; es lo de menos.
En cuanto valorarla como adaptación de la obra de Dick; no la he leido, y tampoco creo que haga mucha falta.
* Recomendable para cualquiera, y si te va lo sórdido y kafkiano, aun más.
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