sábado, agosto 16, 2008

Dentro del Laberinto



Labyrinth
Dir. Jim Henson
Reino Unido / EEUU 1986

Sarah es una jovencita que pasa su tiempo libre rodeada de juguetes y cuentos, cuentos y juguetes, sin prestar atención a que debe ir madurando. En un arrebato de rencor hacia sus “crueles” padres, que le hacen pasar la noche cuidando a su hermanito, pide a los goblins (una suerte de duendecillos) que se lo lleven consigo. Obedientes estos, obligarán a la joven a introducirse en su fantástico mundo para rescatar al pequeño.

* Creo que “Dentro del Laberinto” ha llegado ya a alcanzar ese estatus de “película necesaria” al que se llega en mi estima cuando algún film supera la media docena de veces visto, que ya es cuando uno teme que se está enganchando a verlo de vez en cuando. Ya no es que el cuerpo te pida ver cine, o cierto tipo de cine, es que te pide una película en concreto. Esta es una de ellas.

A mi me pasa algo que no se si le pasará al resto de aficionados al cine de mi edad: tengo buenos recuerdos asociados a películas de los años 80; de vez en cuando veo alguna y me trae nostalgia, pero la mayoría de las veces que me pongo voluntariamente ante una muestra de cine ochenteno, sobre todo ante películas familiares, se me suele hacer pesado, como si la configuración de mi cabeza no fuese ya proclive a disfrutar con cierto cine de corte aventuresco-infantil-amable. Por otro lado hay ejemplos de ese cine, que a lo tonto vimos hace dos décadas, y que suele salir de suelo europeo, que si me sigue cautivando; como la película de que me ocupo ahora.

* Varias cintas fantásticas en los años precedentes fueron preparando el terreno para que “Dentro del Laberinto” calase hondo y fuera muy bien recibida por el público. Recogía elementos que estaban en boga, con una ambientación atrayente por aquella época, y ofrecía una historia y unos personajes más elaborados de lo normal para una película claramente infantil, aunque algunas figuras salidas de la imaginación de Henson sean sorprendentemente grotescas para presentarlas ante los ojos de los más pequeños.

* Desde la primera escena esta película me trae a la mente otras tantas grandes obras, tanto dentro de la fantasía, como también, aunque suene raro, del horror; señalando, ya de paso, que la primera secuencia me parece sublime y muy hermosa. Me recuerda esta la obra de Neil Jordan “En Compañía de Lobos”, por la jovencita en pleno proceso de madurez, entre la infancia y una adultez incipiente, que viene cargada de responsabilidades que suponen una carga, y ante cuya perspectiva se desboca la imaginación de las muchachas. En otra película que allana el terreno para el éxito del film de Henson, “La Historia Interminable”, tenemos el mismo planteamiento, el joven retraído, incapaz de enfrentarse al mundo adulto al que se avecina, que se refugia en su imaginación, y en los cuentos e historias a través de los que escapa a su situación, que le proporcionan los elementos deformadores de su realidad, y que conforman el mundo que veremos desfilar en estos films. En cada uno de ellos, el protagonista emprende un viaje de aprendizaje e iniciación del que regresará más maduro y capaz de enfrentarse al mundo que le rodea.


Por supuesto es innegable la influencia de “Alicia en el País de las Maravillas”, o de toda la obra anterior de Jim Henson: películas como “Cristal Oscuro”. En muchas escenas resuenan ecos de otras obras. Pienso en Cocteau al ver la escena del pozo de las manos (y no menos en Lewis Carroll), en “El Fantasma de la Ópera” de Rupert Julian al ver la escena del grotesco baile de máscaras, o en “El Mago de Oz” al ver la compañía de Sarah.

Aparte de todo esto es innecesario mencionar la gran deuda de esta película con los cuentos populares y la literatura romántica.
Respecto al cine posterior, es indiscutible el hecho de que este tipo de películas han quedado desacreditadas y vilipendiadas por el espectro de población al que van dirigidas, y que el cuento y la fantasía, o es espectacular (Señor de los Anillos, Narnia…), o las nuevas juventudes contemporáneas se ríen de ella. Aun así, la recta final del film de Henson me hace pensar en el parecido que guarda toda ella, y no solo por su título, con la reciente “El Laberinto del Fauno” de Guillermo del Toro, la cual no es de mi agrado, pero quede ahí la mención.

* “Dentro del Laberinto” es una oscura historia, que con malicia podría haber dado de si una obra de horror bastante tenebrosa, pero que se mantiene en los márgenes dados por el cine infantil, teatral de corte cómico, y aleccionador.
Como cuento que es, tiene su discurso moral, más elaborado y con más recursos simbólicos que gran parte del cine con el que podríamos compararla, cosa que también podríamos decir de sus personajes, cada uno de los cuales es una reflexión en si.
Jareth, Rey de los Goblins, que representa la tentación y la resistencia de Sarah a desprenderse de su infancia, mientras introduce una dimensión sexual y equívoca solapada, que viene a exponernos la confusión de la protagonista ante su futuro, y sus miedos; la forma de procesar los cambios que se avecinan o ya acontecen. Su madrastra (madrastra malísima de cuento) y su familia serían el cauce normal, al que se resiste, a través del cual Sarah debiera madurar, mientras que su mundo de fantasía es la senda que ella querría seguir, que le ofrece un camino más atractivo a recorrer. Como en otras cintas del estilo, el mundo fantástico, oscuro y desconocido, feérico, que a veces se identifica con el mal, con el infierno, es en si el mundo de los miedos, el desconcierto, y la aprensión: la propia mente del sujeto, galimatías que desde el seno familiar y social (mundo contrapuesto al fantástico) se pretende controlar. Por ello, tanto Jareth como sus goblins son personajes ambiguos y turbios,
duales, que solo representan el “mal” desde el recelo, pero no siendo más que producto de las ensoñaciones de una mente turbulenta como la de la joven protagonista. Otros personajes como Hoggle (mi favorito), Dudo, o Didymus, los compañeros de fatigas de Sarah, ilustran sobre valores, y sobre no confiar en el mundo de las apariencias, clave en esta historia. Otro personaje a destacar, aunque muy fugaz, es el de la viejecita que intenta sepultar a Sarah con las bagatelas de su infancia (escena magistral).

* En fin, montones de personajes, escenas, ideas, y escenarios fabulosos, para una película magnífica y no todo lo infantil que pueda parecer; que tiene ya más de 20 años… que ya es hora de que la vean los rezagados.

11 comentarios:

yorgos dijo...

Imprescindible esta película que como bien señalas tiene una gran influencia de "Alicia en el país de las maravillas". Me trae recuerdos de infancia y de otros títulos, como "la historia interminabe", "la princesa promtida" o "legend"... aunque entre todas, tal vez destacaría esta, tantas y tantas veces visionada y de la que con tu post acabas de despertar las ganas de un nuevo visionado. Es una lástima aquello que apuntas, de que las nuevas generaciones únicamente se fijan en la espectacularidad y el edulcoramiento de Narnia o del señor de los anillos.
un abrazo

Antonio Rando dijo...

Salud, Yorgos.

Ya no hay sitio para la fantasía de verdad ni el cuento de toda la vida, hay que ver… con lo que he disfrutado de pequeño viendo “La Bola de Cristal”, “Los Fraggle”, “La Tía de Frankenstein”, “Los Aurones”, “El Pequeño Vampiro”… y ahora le pones a un niñatillo alguna cosa de esas y te trtan de jilipX para arriba…

john mcclane dijo...

De esta cinta y de "El Cristal Oscuro" tengo vagos recuerdos. Las ví hace ya bastantes años y la verdad es que no he querido verlas en parte para conservar el buen recuerdo que tengo de ellas. Me pasó que vi hace poco "La historia interminable", y la encontré algo deficiente.

De todas maneras en algún momento terminaré revisitando estas películas que tanto disfruté de niño.

Saludos.

Ariel Luque dijo...

Laberinto (como se llamo aca en Argentina) es una película tan necesaria, es uno de los íconos de la fantasía de la decada 80´. Creo que logró llegar a cada niño de ese momento, todos la hemos visto y nos ha marcado. Sus influencias estan a la vista, creo que todas las películas de fantasía se centran como base, nada y nada menos, que en "Alicia en el pais de las maravillas" este libro marco a tantos niños (me incluyo).

Lamentablemente lo que dijiste de estas nuevas generaciones es verdad. Estas nuevas generaciones estan arraigadas a las historias vistosas y de majestuosidad visual como las que estan saliendo ahora. Hoy en día me trae nostalgia y melancolia que se haya perdido esas solemnes cuotas de recursos artesanales que tenián los clasicos de siempre como este.Un abrazo.

Ariel.

Cesare dijo...

De las cintas mencionadas por Fanomas, esta es por la que mejor ha pasado el tiempo, no defrauda y merece la pena echarle un ojo de nuevo.

Tanto La Historia Interminable como Cristal Oscuro resultan "algo deficientes" aun así tienen cosas que rescatar... Te seguiría recomendando que Vieras Cristal Oscuro, aunque solo sea por ver esas fabulosas marionetas de los malvados Skeksis.

Hernán dijo...

Clásico entre los clásicos, grande, única, lo mejor y más inspirado de Jim Henson (salvo algunos pasajes de Sésamo, por supuesto). La mejor prueba, es cierto, de que los clásicos de este tipo demuestran que la esencia del cine pasa por un lado bastante diferente a la digitalidad superflua de los últimos años. Esa cosa real, manufacturada, de textura percibible presente e identificable en las imágenes, es sin dudas algo del pasado. Al menos en lo que a blockbusters se refiere. La esperanza de la recuperación de este espíritu ochentoso estuve hace poco en manos de Spielberg/Lucas con la última de Indy, y todo (o casi todo) lo echaron a perder. Cosas del cine.

Saludos!

Hernán.

Anónimo dijo...

Fantástico post de una película que me trae innumerables y gratos recuerdos.
Leyendo lo que comentais, se me abren opiniones contradictorias: no puedo sino compartir ese sentimiento nostalgico en el que la fantasía prime sobre la espectacularidad y los efectos especiales que parecen se el eje del cine de aventuras actual, pero... tal vez nuestros padres dijeron palabras similares cuando nosotros disfrutábamos con Indiana Jones o La bola de cristal, je, je,
Cosas del cine y... de la vida.

Saludos.

Antonio Rando dijo...

Fantomas: A mi, esta y “La Historia Interminable” me siguen deleitando, por el contrario “Cristal Oscuro” me resulta algo árida y un poco pesada, pero de vez en cuando me acuerdo de la sensación que me dejó la primera vez que la vi, y lo intento de nuevo.

Ariel: La verdad es que es complicado encontrar una obra de fantasía que no esté en deuda con la de Lewis Carroll, que sin darnos cuenta ha dejado su huella en tantas muestras artísticas, máxime en cine y literatura, y que seguirá marcando a generaciones y generaciones. Yo no tengo nada en contra de la grandilocuencia del fantástico actual, pero me quedo con la sensación de que tiene demasiado oropel para tan poco contenido, y que sus responsables se encontrarían indefensos sin los recursos de lo digital y el siempre recurrente de cegar a la gente a base de pomposidad. Vamos, que le veo más mérito a exprimir la sencillez y lo artesanal.

Cesare: Yo creo que lo que le ocurre a ese cine ochentero de corte fantástico aventuresco es que quizá nos atraía de pequeños porque tenía un tono muy atractivo para la época que vivíamos, pero que hoy día no tiene ese efecto, quizá porque nos hemos acostumbrado a otras cosas, aunque a algunos nos siga cautivando. “Cristal Oscuro” pienso revisionarla en cuanto pueda.

Planocenital: La verdad es que la última de Indy no la he visto. Por supuesto que me encantan las 3 anteriores, como no… pero no soy un forofo, y no es que me hayan puesto muy bien la último. Cuando pienso en ese espíritu artesanal, pienso más en algunos directores y obras de Europa del Este, no se porqué…

Babel: Estoy de acuerdo contigo, pero creo que si algo tiene este tipo de cine ochentero es que es fiel al espíritu del cine clásico de fantasía y al cuento de hadas, y que no abusó de los recursos que ya estaban disponibles en esa época para hacer un cine más espectacular. Películas como “Willow” o “La Princesa Prometida”, “Conan”, “El Señor de las Bestias”… tienen más vistosidad porque se lo permitían los tiempos, pero no rompían con el espíritu de la aventura clásica, no como el fantástico psicotrópico actual…

Saludos a todos.

Anónimo dijo...

Maravillosa película, si señor.
Una historia que de verdad me encantó , porque contiene secuencias verdaderamente inolvidables.
una película en definitiva, para niños... y para los no tan niños (como yo, por ejemplo). Saludos!!!
http://pablocine.blogia.com

Anónimo dijo...

sonora de David Bowie es impresionante.

Antonio Rando dijo...

Pablo: Está claro que es de corte infantil, para niños, pero vamos, que como sus responsables son mayorcitos, algo adulto se colará en cualquier producción infantil…

Xiabre: Bueno, yo personalmente no escucharía la banda sonora en casa, pero en el contexto de la película si me parece acertadísima.

Saludos a ambos.