sábado, julio 26, 2008

Fahrenheit 451

Dir. Francois Truffaut
Reino Unido 1966

En una sociedad futurista, un particularísimo cuerpo de bomberos se dedica a quemar libros y bibliotecas enteras, y a perseguir elementos subversivos que apoyen la lectura, para así evitar la desestabilización de una sociedad defensora de un igualitarismo incompatible con la existencia de libros impulsores del librepensamiento.


* El cine al servicio de la lectura: grandísima película para fomentarla.
Ya solo por esto recomendaría esta película. No solo es un muy buen film que espolea al espectador a aficionarse al séptimo arte, sino que genera unas desesperadas ansias de abismarse en el que yo considero quizá el primer arte, el mundo de los libros, la lectura, la literatura… Por otra parte es interesante el hecho de que uno de los mayores exponentes de la Nouvelle Vague francesa, Truffaut, abordara una película que, independientemente de su trasfondo y su claro componente discursivo, no deja de ser una obra de ciencia ficción. Aunque otros directores como Godard, Malle, o Rivette, coquetearan en alguna ocasión con la fantasía, el surrealismo, o la fabulación, todo ello es tan sumamente raro en la Nouvelle Vague, tan embebida del cine norteamericano y el realismo, que esta película supone, además de sus méritos, toda una singular e insólita joyita entre la filmografía del conjunto de estos directores, quizá por ser una producción británica, y asimismo todo un clásico de la ciencia ficción. Y es ciencia ficción de la que aprecio. No suelo consumir mucho dentro de este género, que normalmente me resulta frío y disipado, falto de contenido, pero “Fahrenheit 451” toca temas culturales, psicológicos y sociales, que me llevan a una relectura constante de lo que veo para considerarlo a la luz de claves actuales, pese a los 40 años que ya tiene la película. Como digo, es la ciencia ficción que me interesa, aquella que fantasea, mirando hacia el futuro, pero con el presente bien vigilado; que por no elaborar el sempiterno film social cansino, se esfuerza en inyectar el mismo discurso con unas formas más elaboradas, originales, y en resumen, más eminentemente artísticas.

* Básicamente, se defiende la lectura contra un mundo despersonalizado, donde la cultura “borreguil” campa a sus anchas, y donde se persigue cualquier atisbo de independencia de criterio que pudiese desestabilizar esa sociedad de teórica máxima igualdad. Aparte de las peroratas articuladas por los personajes, el film está plagado de detalles que corroboran o confrontan estas, apoyándolas o atacándolas en sus supuestos puntos fuertes –el ataque a la lectura en pos de una sociedad igualitaria se derrumba cuando se siente la necesidad de una segunda “pantalla mural” que nos haga aun más iguales a los demás; con la necesidad de un ascenso que nos reporte un aumento de sueldo para adaptarnos aun mejor al régimen: la lucha de clases se permuta en la lucha de las apariencias, y pasamos de una sociedad donde sus miembros se esfuerzan por distinguirse a una donde se esfuerzan por asimilarse, “distinguirse” como el más integrado-. Toda esa frialdad y automatismo que se cree poder erradicar a través de la lectura, del culto al libro, es extrapolable a nuestros días, donde parece que solo en la expresión artística, en cualquiera de sus formas, se encierra la esencia de la espiritualidad humana, de lo que nos hace personas. De ahí esa relación que el protagonista comienza a establecer con personas inexistentes, fruto de la ficción de los libros, o más bien, con quienes escribieron estos, dejando su persona encerrada en ellos, su alma, más viva, efusiva, y sensible que las de aquellos que rodean al protagonista. En nuestros días, igualmente, los anhelos, aspiraciones y caracteres de la sociedad y sus individuos se dispersan cada vez más, es difícil asirlos para comprenderlos e imbuirse de ellos, y parecen recluidos en objetos como el libro: con formas futuristas, “Fahrenheitt 451” diserta sobre el mundo actual, ya a mediados de los 60. Así planteada, la película es exacerbadamente romántica –chapó, tratándose de una obra de ciencia ficción- en su defensa de la literatura y la lectura en general, en su defensa de aquella como verdadero lenguaje del alma humana, con unos planteamientos casi fanáticos y religiosos en su exposición de esas “personas-libro”, acercándonos al ideario romántico y de la Sturm und Drang, a Hamann, Herder, o Rousseau.
Por supuesto que Truffaut tenía como guía la novela de Bradbury,
la cual no he leído, gracias a lo cual puedo permitirme el benévolo privilegio de ignorar el hecho, y no embarcarme en azarosas comparaciones, presumiendo tan solo que ambos trabajos conllevan la misma exposición de ideas.

* La mayoría de películas que he visto de este director son de la etapa durante la cual se realiza esta película, y aunque estilísticamente no esta muy alejada de películas como “La piel suave”, “La noche americana”, o “Las dos inglesas y el amor”, lo cierto es que mientras en estas el esfuerzo se centra en el análisis de los personajes y las relaciones interpersonales, con una escrupulosidad de cirujano, pero con una sensibilidad tremenda que no es óbice para la total corrección formal, en “Fahrenheit 451” son las ideas las que protagonizan la narración. Y en cuanto a las ideas, me parece genial como se confrontan dos discursos:
el de la defensa de la lectura y el de su vituperio. Los argumentos de ambas partes están lanzados al aire con saña, teniendo dos partes que argumentan sin confrontación, sin redargüir: no hay contraargumentación, la cual en ambos casos debe partir del espectador. La defensa de los beneficios de la lectura es un tema demasiado extenso como para tratarlo en una película, y por supuesto deja muchas cosas en el tintero. El análisis de la otra parte es incluso más certero y práctico, pese a lo chocante que en nuestros días pudiese parecer el ultraje a la actividad lectora (el discurso del jefe de bomberos es espeluznante, y el momento cumbre con “Mein Kampf” en la mano, soberbio). Creo que esto obliga al espectador a elaborar su propia reflexión a la luz de las manifestaciones que surcan el film, y lo impulsan a reformar el discurso de los defensores del libro para despojarlo de las claves meramente emocionales, que en la película pueden ser un escollo ante la practicidad de la otra parte. Pero claro, las soflamas cifradas emocionalmente siempre calan más hondo que las materialistas, de modo que “los buenos ganan por trece narices”… hasta tienen los mejores mártires por la causa.

17 comentarios:

Ariel Luque dijo...

Buenas, es mi primera vez por este blog. Le estoy echando una ojeada y la verdad que es muy bueno lo que escribis. Vos a volver más seguido. Te invito a que pases por el mio.

Saludos.

Ariel

Antonio Rando dijo...

Hola, Ariel.

La verdad es que hace un par de días que había descubierto tu blog, antes de tu comentario... que casualidad; lo tengo en Favoritos para echarle un ojo en cuanto pueda, y ya te comento.

Saludos.

john mcclane dijo...

Increíble película que en cierto modo relata algo similar a lo ocurrido en Chile cuando los militares tomarón el poder y se encargaron de eliminar todo tipo de libros que expresaran ideas socialistas.

Excelente reseña.
Saludos.

Antonio Rando dijo...

Buenas, Fantomas.

Es cierto que la idea de la quema de libros nos puede llevar a pensar en esos episodios de la historia en que algunos regímenes han llevado a cabo grandes expurgaciones de obras que podían suponer un peligro para la estabilidad de sus sistemas políticos e ideológicos, pero no pasemos por alto que en la sociedad de “Fahrenheit 451” se quema todo, todo, y todo…

Anónimo dijo...

Como tu muy bien dices, una singular e insólita joyita. Y para mi, un honesto intento de mostrarnos el genial director francés, ese amor que sintió de siempre, por los libros. Saludos!!!
Como curiosidad, la película estaba pensada en Paul Newman, pero no hubo acuerdo, por motivos económicos. (Lo de siempre).
http://pablocine.blogia.com

BUDOKAN dijo...

Esta película es hermosa y hace total justicia al gran relato de Bradbury. Saludos!

Antonio Rando dijo...

Pablo: Hay directores a los que se les nota un amor tremendo por el mundo de la literatura, y no solo por hacer versiones cinematográficas de ella… Los hay que te hacen una adaptación de algún libro, y parece que estén revisando una adaptación anterior, o picoteando de lo que les suena de la historia, porque ni abrieron el libro, y otro, como aquí el galo, que destilan ese halo de fascinación por el mundo de la literatura, adapten o no, novelas.

Budokan: Pues mira, Budokan, ya has confirmado lo que no quería ni suponer, la fidelidad de Truffaut a la obra de Bradbury, y a si mismo, por supuesto…

Saludos.

Anónimo dijo...

Tu visita ha motivado la mía, y descubro un blog con material más que interesante, que añado al mio desde ya.
Esta que comentas no la he visto. Tomando nota...
Un saludo!

Nelson, un habitante del patio dijo...

Brillante post , Irian.
Así como tú señalas, el cine al servicio de la Lectura, yo agregaría "la lectura de Posts al servicio del cine".
Me apunto para verla, a la brevedad.
Saludos,

Antonio Rando dijo...

Babel: Tu blog también ha sido un descubrimiento para mi. Me ha extrañado no haber dado antes con él. Seré asiduo suyo.

Nelson: Hola. Jaja, ahora hay que buscar “algo al servicio de la lectura de blogs”. Tienes toda la razón: cuantísimas películas he descubierto, y se han convertido en muchas de mis favoritas por un furtivo post escrito en el perdido blog de algún friky…Prefiero guiarme por el criterio de los anónimos aficionados al cine que pululan por los blogs, que hacerle caso a los críticos al uso.

Saludos.

yorgos dijo...

cuánta razón, ésta es una verdadera "joyita", una incursión interesantísima y rara viniendo de un estandarte de la nouvelle vague dentro del género de ciencia ficción. Del mismo modo lo es "Lenny contra Alphaville" de Godard.
Sin duda el contenido y las reflexiones que lanza el film son extraordinarias. Me uno a lo de "la lectura de posts al servicio del cine"! una verdadera ayuda en este árduo camino hacia el interminable saber cinematográfico (qué bien, lo de interminable).
un saludo!

Antonio Rando dijo...

A que si, yorgos, buenas.

Yo aun flipo cuando veo películas que me encantan, hasta ese momento desconocidas para mi, y me digo: “como podía no conocer su existencia…”, y muchas de ellas son a través de esto, pulular por blogs.

Kryten dijo...

Como va eso!

Reseñón!

Cada vez me cuesta más entender lo que pones...si es que tengo que leer más asiduamente... total, tiempo no me falta.

Lo cierto es que más que una película de ciencia ficción, que también lo es, cala más en esa incertidumbre, en esos personajes que vagan sin saber muy bien hacia donde con el atisbo de encontrar un poco de humanidad que es lo que desencadena el despertar del individuo.(el bombero)

De hecho, con respecto al libro... lo curioso es que en la película no aparece el monstruo mecánico que sería lo que le daría un toque más futurista. Por lo demás, excepto por la quema de libros, no difiere mucho de lo que ocurre hoy en día.

Nos vemos!

Antonio Rando dijo...

Hola, Kryten.

Jo, no escribo tan raro, ni soy tan incomprensible…
Pues si, la película plasma de manera lapidaria esa soledad emocional de aquellos que “despiertan”… demoledor como esos atisbos de humanidad son hallados solo en los libros.

¡Nos vemos!

Miguel dijo...

Hola compañero. Al fin vi esta película, ya te comenté que había leído el libro y me gusto mucho. De la película decir que es bastante fiel aunque falta el robot asesino, sabe transmitir el mensaje de una manera perfecta, inyectar en el espectador la búsqueda de la verdad a través de la lectura y abandonar la esclavitud de la caja tonta, y de los que creen que pueden decirnos lo que esta bien y mal.
Espero que te vaya todo bien, yo hoy he empezado las prácticas.
Cuídate ya hablaremos.

Antonio Rando dijo...

Buenas, Miguel.

Bienvenido a mi tan descuidado Blog. Yo no he leído el libro. Eres la segunda persona que echa de menos el robot asesino... anda que no os gusta la sangrecilla a algunos, eh...

Yo empecé las prácticas este lunes. De momento, bien, aunque ya me han dejado caer que más adelante haré funciones comerciales. En fin...

Un saludo.

Anónimo dijo...

Leer el mundo blog, bastante bueno