miércoles, enero 09, 2008

Irma Vep

Dir. Olivier Assayas
Francia 1996

René Vidal es un director de cine a quien encargan un remake de la serie de 1915 “Les Vampires”. Para el papel de la delincuente Musidora acude a la actriz china Maggie Cheung, quien será testigo de cómo se trabaja en el cine del país galo, como se vivencia allí el séptimo arte, y de cómo allí proyectos tan arriesgados se desmoronan.

* Varios son los reclamos que presenta esta película: está dirigida por Olivier Assayas, responsable de films siempre interesante desde diferentes puntos de vista (Finales de Agosto, principios de Septiembre; Los destinos sentimentales; Demonlover; Clean), aunque a mi es “Irma Vep” el que más me gusta, y creo que con diferencia; protagonizado por la divina Maggie Cheung, interpretándose a si misma, y por un elenco de actores que habremos visto en multitud de films galos, destacando Jean-Pierre Léaud, que no podía quedar al margen de otra muestra de portentoso cine galo, y una encantadora Nathalie Richard; cine reflexionando sobre cine, entre otras cosas sobre el tema de los remakes y revisiones; el remake en cuestión es de la serie de 1915 “Les Vampires”, la cual tuve oportunidad de ver hace algún tiempo y que me dejó un inmejorable sabor de boca (impresionante de verdad).


* Se echa una mirada a todos los pormenores de lo que supongo será el habitual rodaje y realización de una película, desde los detalles más nimios y a veces enojosos, con una naturalidad y sencillez de franqueza absoluta, o al menos es la sensación que me da, pues de la realidad de ese mundo… ni idea. El caso es que la película se detiene tan detallista en todo el diversificado proceso de preparación y gestación de una película, sobre todo en su primera mitad, que llega a tener tintes de documental. No se cae en la cómica caricatura sobre el obrero del cine, ni en la idealización del oficio de artista; es una mirada realista, aséptica y honrada. Pero ni mucho menos se hace pesada por ello, ahí están unos tremendos actores y un diestro Assayas para impedirlo. Esa mirada a los entresijos y al trabajo más básico y enfadoso, imprescindible cuando se quiere hacer cine es interesantísima, y además nos va introduciendo en la órbita privada de los personajes, y en la historia del film en si, pues también la tiene. ¡Quien se plantearía, cuando está ante una enorme pantalla de cine, el trabajo agotador e irritante que conllevó sacar adelante la dichosa película!

* Poco a poco se nos va alejando del aspecto profesional para introducirnos en el personal. Dejamos de lado al tramoyista abandonado a sus labores para entrar de lleno en como viven la experiencia los miembros del equipo, las relaciones entre ellos, la impresión que cada cual tiene sobre el proyecto que se traen entre manos, sus reacciones ante los resultados que se van anticipando, etc.
Dentro de este aspecto personal, no dejaré de distinguir la relación que se establece entre
René Vidal (el director, al que da vida Léaud) y Maggie Cheung (la actriz, que se interpreta a si misma, y ya de paso hará de Musidora). Vidal quiere ser fiel a la obra original, pero también darle un toque moderno y personal. Esta impronta bien puede comenzar por dar el papel de Musidora a Maggie Cheung, actriz de Hong Kong cuya etérea y a la vez felina presencia en algunas escenas de la película “The Heroic Trio” empujan a Vidal a ofrecerle el papel. Acaba siendo su musa de cara a este reto, como Musidora era musa del atajo de delincuentes de “Les Vampires”. Cuando los resultados comienzan a alejarse inquietante y penosamente de la idea que Vidal tenía, este lo encaja de forma salvaje. A raíz de esto tenemos una escena fabulosa en que, tras una pelea conyugal, Vidal llama a Maggie como si esta fuese su ángel guardián, aun convencido de que ella es la piedra angular sobre la que gira su proyecto. Maggie acude a casa del matrimonio, encontrándose con un lamentable panorama de gente por doquier, incluidos policías; pero logra hablar con Vidal. Conmovida por su estado, por como vive y siente su trabajo, por la importancia que le confiere a este, y al papel que en él juega ella actualmente, simpatiza con el director y decide implicarse del todo con ese proyecto. Y así tenemos una escena del todo genial, más emotiva aún que la anterior, en la cual Maggie comete un robo real en el hotel en que se hospeda para poder comprender mejor su personaje y penetrarlo realmente. Genial de verdad. Como estas, otro montón de escenas destacables por uno u otro motivo. Gracias, Assayas.


3 comentarios:

nn dijo...

Leo tu comentario y la verdad me inquieto y apasiono por ver lo mas pronto posible este film... muchas gracias por tus interesantes recomendaciones...!!! ver una cinta dentro de una cinta .... genial...!!!
saludos,hace mucho que no te visitaba...!!!

nn dijo...

Te he añadido a mis favoritos en mi nuevo blog...
Cinefilia Compulsiva ya no existe, para que lo cambies en tus links...!!!

Antonio Rando dijo...

Buenas, psicodeliazombie.

Muestras de “una cinta dentro de una cinta” hay muchas, pero esta es de mis favoritas. Y no olvides que es “cine sobre cine sobre cine”: otra vuelta de tuerca.