Dir. Carlos Enrique Taboada
Méjico 1984
* Terror gótico y psicológico desde tierras mejicanas. Macabro e inteligente.
* Conocí a este director por esta película, y a partir de ahí intenté hacerme con todas sus obras de terror; 4 en total, aunque ahora mismo desconozco si tiene más dentro del género. Esta es mi favorita. “El Libro de Piedra” me impresionó igualmente; “Hasta el Viento tiene Miedo” no me provocó la sacudida de esta última y la que nos ocupa, pero está muy por encima de lo que dentro del terror se puede “degustar” en los últimos tiempos; y “Más Negro que
* En “Veneno para las Hadas” nos presenta a dos niñas: la inocente Fabiola, y la malvada Graciela. En un espeluznante crescendo nos va exponiendo la relación cada vez más malsana que va estableciéndose entre las niñas. Lo que en principio parece un juego de niños, inocente, se convierte en toda una pesadilla. Graciela intenta convencer a Fabiola de que es una bruja, y una vez persuadida esta, comienza a extorsionarla y aprovecharse de su candidez.
* Taboada sitúa la historia en oscuros, crípticos, y a veces bucólicos enclaves donde poder, de forma afilada y cruel, ir desarrollando su perverso cuento infantil, lleno de referencias a los cuentos de hadas y populares, pero con un tono del todo enfermizo.
Olvidémonos del terror yanki donde niños susurrantes parecen cincuentones amargados, Graciela y Fabiola se comportan con una naturalidad bestial, y exponen una extraña y malévola muestra de abuso escolar.
* Una de las cosas que me han encantado de esta película es el punto de vista que se adopta. Las niñas acaparan de forma tiránica cada secuencia que presenciamos. El resto de personajes son solo peleles que ni siquiera rellenan planos. Tan solo un par de veces se nos muestra el rostro de algún adulto, que salen, o de espaldas, o de cintura para abajo, exiliados de imagen. Esto hace que no haya lugar para interferencia ajena alguna en el venenoso universo infantil en que se nos quiere introducir. No se da cancha a los personajes que no son las niñas, esos enfoques por la espalda, decapitadores, o fuera de plano, nos centra en la nociva relación que se va estableciendo entre las pequeñas. Creo que también es un acierto muchos planos largos y secuencias donde se deja ver de lejos a las niñas enfrascadas en cualquier actividad: pescando, jugando, correteando... le da un toque más realista y natural a todo; también hace la historia más monstruosa.
* Ponerse en la piel de la pobre Fabiola es espantoso, sentir la angustia y pánico que la embarga ante la presencia de su “amiga”, de la que no puede escapar, una vez convencida del potencial de la otra para dañarla. No hay evasión posible, y ese sentimiento de impotencia y miedo es brutal. La tensión, una vez se cala la personalidad de Graciela, no da tregua, e incluso los momentos de infantil esparcimiento están nublados, porque la bruja puede sucumbir ante cualquiera de sus temibles caprichos, en los que su compañera de juegos siempre se verá complicada. Taboada nos introduce en esa dinámica atroz sin piedad alguna, llevándonos junto con Fabiola hasta la pura desesperación y agotamiento mental, y hasta un final escalofriante.
4 comentarios:
Que dulces y al mismo tiempo que crueles pueden llegar a ser los niños. Que nos lo digan a los padres. Excelente comentario Irian, como ya nos tienes acostumbrados.
Saludos...
Gracias por el halago troncha. Cuando en el cine de terror se maneja bien el papel de los infantes se dimensiona aún más el horror.
vale q las reseñas d este bLog son buenas y si este director meXicano de lo mejor que hemos tenido; pero por favor no te enojes peor escribe cm se debe MéXico y meXicanos es cn X no j
Bueno, la forma con J está aceptada también y aquí en España es de lo más normal verlo escrito así. Saludos.
Irian-Hallstatt.
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