sábado, agosto 18, 2007

El Contrato del Dibujante

Draughtsman’s Contract
Dir. Peter Greenaway
Reino Unido 1982

Mr. Neville es un reputado dibujante a quien se encarga pintar varios cuadros de la residencia de una importante familia, mientras el señor está de viaje, y como regalo para este a su vuelta. Pero el señor muere por el camino, todo parece indicar que ha sido asesinado, y lo más extraño, el trabajo que Mr. Neville está realizando en sus propiedades parece estar relacionado.


* Greenaway es uno de los directores que considero más interesantes, y esta es mi película favorita, de las suyas. Un cúmulo de elementos, característicos de todos sus trabajos, que le da a cada uno el mismo carácter y personalidad, siendo un estilo totalmente particular y reconocible.

Dicen de él que es uno de esos directores-artistas integrales, cuyas películas están elaboradas en base a códigos sujetos a disciplinas científicas y artísticas. Sus trabajos están dotados de una complejidad fuera de lo común, y quizá solo accesible para aquellos entendidos en las materias con las que Greenaway juega en cada film. Es un cine a la vez ilustrado y estrambótico, que combina una enredada profusión de ideas con ciertos puntos burdos, groseros, escatológicos, y vulgares; puede que para reírse de si mismo y sus enojosos planteamientos, pero siempre sin restar un ápice de seriedad a la propuesta.

* “El Contrato del Dibujante” es tan tortuosa como todas sus obras: para vérsela varias veces y, aún así, no enterarse bien de la mitad. Una especie de taimada intriga “policial”, protagonizada por unos personajes afectados hasta la nausea, cínicos y retorcidos hasta chirriar; como la trama. En este caso, todo lo que ocurre parece tener que esclarecerse a través del análisis de las pinturas del protagonista, buceando en las perspectivas, donde se diseminan pistas que, junto a la actitud y conducta de los personajes, debe llevarnos a esclarecer el asunto tratado: el asesinato y el papel jugado por cada cual.

* La ambientación, de nuevo, cuidadísima, muy ornamentada, con una fotografía esplendida, pero sin el cargante barroquismo de “Baby of Macon” o “Prospero’s Books”. Y como siempre, también, un humor negrísimo y sangrante.
Michael Nyman vuelve a poner su grano de arena: una jovial y pegadiza música neoclásica que da cierto toque radiante, recordándonos que Greenaway, aparte de hacer las cosas difíciles a posta, es también un cachondo.

* El cuidado e ingenio de los afilados diálogos es otro aspecto que me llama mucho la atención; afilados como cuchillos, poniendo de relieve la inteligencia más elevada junto a la más baja vileza en cada personaje.

* Algo que sacará de quicio a la mayoría (yo no me libro), es que cuando creemos que hemos llegado a un punto en que quizá podamos enterarnos de que está pasando, que nos van a dar un respiro e iluminarnos entre tanta sórdida y críptica maquinación, se da un nuevo viraje brusco en la historia, y todo se enreda aun más. Irrita a cualquiera, pero es toda una versada maniobra narrativa.
Una curiosidad es que una de las pérfidas damitas protagonistas es Anne Lambert, la angelical y misteriosa Miranda de “Picnic en Hanging Rock”, y a quien no he visto en más films.

* Erudición, mala uva y humor negro para una película la mar de interesante.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Buena reseña irian.
Una duda, hay veces que cuando uno no se entera de alguno referente a la trama en una película es porque el director no ha sabido explicarlo o lo ha hecho mal. Tan seguro estas de que es algo hecho totalmente adrede, mi pregunta es inocente ya que no he visto la película.

Saludos...

Carles Rull dijo...

He de reconocer que "El contrato del dibujante" es de esas películas que me cuestan, me cuestan...
Bueno, tú lo has dicho, no es nada fácil su visión, pero también resulta de lo más interesante.

Pero, al final, me quedo con la música de Nyman, o con "El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante". Aunque ésta tiene el enorme mérito añadido de ser la obra que dio a conocer a Greenaway entre los cinéfilos.

Antonio Rando dijo...

Troncha: Esta película de Greenaway tiene una trama especialmente enrevesada, pero también me refería a que en sus films usa ciertas claves para entenderlos mejor: en “Conspiración de Mujeres” son las matemáticas, en “The Pillow Book” es la escritura y la caligrafía, y en este caso, la pintura. Y no son claves que uno vaya desentrañando a la par que los personajes, sino que están encaminadas tan solo a dotar a la película de cierta razón o lógica metódica desligada de la dimensión emocional. Es complicadillo.

Cineahora: ¿No me digas que la música es de Nyman? Yo estaba convencido de que era de Philip Glass; bueno, gazapo. Habrá que solventarlo.

Saludos a ambos.

Anónimo dijo...

Inteligente cinta, que supuso la revelación de Greenaway, un realizador proveniente de las artes de la pintura y escultura, cosa que salta a la vista una vez se ve la película. Yo, personalmente, prefiero sus siguientes películas, pero ésta no está nada mal. Aunque no es para todos los gustos, pues puede aburrir.

Antonio Rando dijo...

Gracias por la visita Iñaki Bilbao. A mi junto a esta me encantan también “El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante”, “The Pillow Book”, o “El Vientre del Arquitecto”. Saludos.