Barking Dogs Never Bite
Flandersui Gae
Dir. Joon-ho Bong
Corea del Sur 2000
Yun-ju, cansado de los interminables e irritantes ladridos de un perro de la vecindad, desesperado, decide tomar una drástica decisión y deshacerse del maldito perro.
Tras buscar por todos lados, cree haber dado con el bichejo que no le da un momento de paz. Cuando cree que ha solucionado el problema, descubre que ha cometido un error. Intentando arreglar la situación la irá complicando cada vez más, implicando a más gente, y cobrando todo por momentos un cariz más espinoso.
* “Barking Dogs Never Bite” es una comedia descabellada pero con un fondo dramático y de crítica social brutal. La película inserta un sinfín de situaciones cómicas al máximo absurdas en un contexto donde se nos expone algunas de las realidades más negativas de la sociedad actual, así como el lado más egoísta y rastrero del ser humano.
Habrá quien cegado por el despliegue cómico del film no vislumbre su fondo social, pero, bueno, dados los quilates que tiene la película como simple comedia, es totalmente disfrutable tal cual. El que otee en la lejanía el trasfondo oculto tras tanta socarronería, se deleitará aún más con una forma de hacer cine a la que no estamos acostumbrados.
* El drama social convencional es bastante bien digerible por el espectador. Su asimilación es fácil, dado que la mayoría de las veces estas películas se adaptan a patrones narrativos lineales y trillados que hacen los films del todo previsibles: conocemos el mensaje y como nos lo van a endilgar. Nos sumen desde el principio en un estado propicio y nos lanzan el discurso de manera que se adapte totalmente a nuestras expectativas; pero un mensaje que no violenta (no basta con conmover) es estéril.
Esta película opta por el sistema contrario: se presenta como comedia absurda, nos sumerge en situaciones embrolladas cargadas de hilarantes escenas de rocambolesco desarrollo y chocantes desenlaces, nos busca las cosquillas de forma endiablada y nos las encuentra. Todo lo que anticipamos es más algazara. Así la película nos pilla a algunos in fraganti. Cuando no puedes parar de reír, cuando estás convencido de que todo tiene gracia (y que caray, la tiene; es inquietante pero la tiene), y de que esa es la pretensión de la película… ¡Zas! A algunos se les enciende la bombillita y caen en la cuenta de que llevan un rato riéndose de la desgracia, la injusticia, y de situaciones demoledoramente tristes, que la película realmente no presenta de forma tan jocosa como parecía; lo que pasa es que nos hemos confiado y cogido carrerilla.
La película a adornado con lazos de un humor desenfrenado partes oscuras y grises de la sociedad y el comportamiento humano para violentar al espectador que pisa la trampa, aunque, aviso, no deje de pasárselo pipa. Te violenta lo que ves, e incomoda disfrutar como un enano con ello, sin perder la conciencia de lo deplorable que es aquello que desfila ante ti. Ese contraste, si el espectador lo percibe, juega a favor del elemento dramático y crítico, que cobra envergadura y notoriedad, pese a que resulta puntual, y sin perjuicio del divertimento. Esto es lo impactante del film: el perfecto engranaje de elementos dispares; que no resulte indigesto.
* Bajo el desbordante humor negrísimo del film se mueven unos personajes que, por muy simpáticos que nos parezcan, se comportan de forma egoísta e irresponsable, de forma totalmente inconsciente. Muchos de ellos tienen aspiraciones, sueños, que pasan por marchar triunfalmente sobre lo poco que tienen los demás. Lo harán indeliberada o deliberadamente, pero esto no le resta egoísmo al asunto, pues se hace sin juzgar el precio ajeno a pagar por nuestros actos, a quien afectan, y sin valorar la verdadera importancia que tienen.
Embarazadas despedidas de su empleo, sobornos para medrar laboralmente, ancianos abandonados, desgraciados que pagan las culpas de los demás, personas que se aprovechan del estupor, cuando no de la muerte de otros, una juventud sin verdaderas aspiraciones ni sueños, la bondad relegada y sancionada… todo un desfile de lo más triste, pero a lomos de un humor de pura raza, incansable, desbordado, exultante. Iluminada mixtura.
* Pese a todo lo anterior la película es divertidísima, y como siempre, Du-na Bae vuelve a encandilarme; un encanto.
4 comentarios:
Acabo de verla y sinceramente me ha sorprendio, al principio puede parecer una chorrada increible por la temática, pero luego poco a poco va ahondando en los sentimientos, para al final regalarnos una moraleja, o un planteamiento:
¿Que es lo realmente importante tener una posición en la vida y en la sociedad o renunciar a todo para poder conseguir lo que realmente te hace feliz?
Tu lo has dicho, la premisa puede parecer la chorrada más grande del mundo, pero a partir de ahí la película va tocando varios temas sociales de lo más interesantes, sin perder nunca su tonillo absurdo. Lo que abruma de la peli es como plantea que los simples esfuerzos de las personas para conseguir lo que ansían o sueñan, en busca de la felicidad o la simple comodidad, y aunque en algunos casos dichos sueños puedan parecer de lo más inocentes, pueden acabar arrollando a los demás, y de la manera más drástica imaginable. Creo que en “The Host” el director opta por el mismo planteamiento: la premisa del bicho (al que no prestamos ni pizca de atención durante gran parte del film), y a partir de ahí desplegar determinados discursos independientes del argumento o premisa explícita de la película.
Un saludo.
Encontré tu blog buscando info de esta película para mi propio post, y realmente disfrute leyendo notas que invitan a la relectura de las películas que vi, y muy buenas recomendaciones de cine que -aun- no vi.
Saludo, y agregado a favoritos!
Buenas, Ariel H.
Encantado de que visites mi muy descuidado blog: es que lo tengo muy dejado por motivos de estudio y trabajo... no doy abasto.
Un saludazo.
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