sábado, septiembre 27, 2008

Mongol


Dir. Sergei Bodrov

Alemania / Kazajstán / Rusia



* “Mongol” no debiera ser considerada dentro de la oleada de cine “épico” que nos ha desbordado en los últimos años, quizá no se lo podría ni asignar tal calificativo, y por supuesto, aunque aconsejo a todo el mundo que la vea (porque a mi me ha gustado mucho; no hay mejor razón en mi recomendación), no esperéis encontrar un trepidante y grandilocuente espectáculo bélico ni de acción, o de artes marciales… En “Mongol” escasean las grandes batallas y las soflamas al ardor guerrero; el encomio de la figura heroica, del orgullo de raza, y del consumo de esteroides…



Si que hay acción, pero la película se acerca más al cine contemplativo oriental, que a sus corales muestras épicas, y se aleja totalmente del avasallador cine épico occidental, enérgico, excesivo y cargante.

Para empezar, uno podría acercarse a “Mongol” para ver como Gengis Khan, empalmando una enardecida batalla tras otra, se come Asia. No encontrará esto. Se diría que la película cuenta la gestación del héroe, abandonándolo una vez se convierte en Khan de todos los mongoles, pero tampoco, pues no lo presenta como tal, como héroe. La figura cuya vida nos narra es la de un habitante más de las estepas, a quien se le viene encima una labor que el mismo se impone. No es un elegido de los dioses, como tantos “héroes”, y la película se cuida mucho de marcar la diferencia.

Vemos a Temudgin (Gengis Khan) en comunión con la deidad, cumpliendo con sus deberes religiosos y de hombre espiritual, pero estableciendo una línea divisoria clara entre ello y los compromisos y necesidades terrenales, solo afrontables desde el plano humano. La película es mas “terrenal” que “espiritual”, por cuanto que todo el análisis de personalidad, carácter y condición, psicológico, del gran Khan mongol, se ciñe a lo meramente humano, sin filosofía gratuita, ni referencias celestiales, a lo sumo, conexiones con la tradición étnica. En relación a esto, aunque quizá me equivoque, veo alguna que otra analogía entre esta cinta y “Braveheart”, y algún que otro guiño (véase lo del amuleto, el hueso de cuervo blanco; la relación del Khan con su esposa…).

Temudgin representa la libertad, la nobleza, la integridad más que el honor, la dignidad más que el orgullo… no hay exaltación del valor ni la intrepidez, sino de la constancia, la sensatez. Temudgin quiere convertir a cada mongol en un buen mongol “aunque para esto deba matar a la mitad de ellos”, no ilustrarlos, sino ennoblecerlos. Parece que su cruzada se rige por el principio de establecer las condiciones en que esos “buenos mongoles” puedan vivir sin los trances y sufrimientos a los que él mismo ha estado expuesto. Muy significativo es el retrato de cómo el Khan se relaciona con sus tropas y el resto de la comunidad, sean o no mongoles, y de la confrontación con su “hermano”.

Uno de los puntos fuertes de la película es el análisis de caracteres de los personajes, escasitos los principales, pero configurados de la forma más interesante.


* Película dedicada, como otras, a dar una visión diferente -sino más realista, si más digna, según conviene- de figuras históricas denostadas en occidente (Gengis Khan, Atila, Vlad Tepes…), con un estilo contemplativo, un ritmo muy contenido (tranquilos, que también hay algo de acción y hemoglobina), y un atractivo aparato visual y paisajístico que nos sitúa al personaje en su contexto.



* De gran importancia es la historia de amor entre Temudgin y su compañera, pues ilustra enormemente sobre la psique y el carácter del Khan, y de su pareja. Es curioso que, si en la película hay algún héroe, es sin duda Borte (esposa del Khan), por fortaleza, constancia, por no flaquear en su disposición de servir a Temudgin, pero como persona, no como Khan. Respecto a esta relación, la historia de los hijos de Borte, y la imperturbabilidad que supone en el amor entre ambos personajes, es algo digno de reflexión. Especular sobre los personajes y sus relaciones es una gozada en esta película, y quizá su principal virtud, entre las muchas que tiene.

8 comentarios:

Diego Faraone dijo...

Apunto Irian, como siempre que comentás alguna peli. Un abrazo.

john mcclane dijo...

Se ve como una peli interesante. Trataré de conseguirla por ahí.

Saludos!

Anónimo dijo...

Interesante propuesta de la que yo también tomo nota, no conocía esta película.
Si te interesa el tema, hay una novela, Gengis Kan, el soberano del cielo, de Pamela Sargent que, además de relatar algunas batallas de este personaje, alcanza su máximo explendor en los pasajes que el guerrero deja a un lado sus armas y aparece el amante, el amigo y el hombre que intenta dar un sentido a su vida. Es curioso, porque leyendo tu reseña me ha recordado este libro, en el no sería de extrañar que se hayan basado para la peli o, al menos, lo hayan leído...

Un saludo.

Antonio Rando dijo...

Faraway y Fantomas: Yo la pillé por banda creyendo que tenía por delante una película épica de acción… para entretenerme, pero me encontré algo mucho mejor.

Babel: Pues eso ya no lo se: si estará basada en el libro que apuntas, pero gracias por el dato.

Saludos.

Juniper Girl dijo...

No sólo la película sino la actuación de Tadanobu Asano, insisto... saber que el actua en una película es una garantía.

Antonio Rando dijo...

Vaya, Juniper Girl, pues no había caído en que Tadanobu Asano había trabajado con Koreeda, con Iwai, o que salía en “Café Lumiere”, o en “The Taste of Tea”; sin percatarme, la verdad es que lo he visto en un buen montón de películas, pero es que no tengo facilidad alguna para recordar caracteres orientales.

Saludos.

Juniper Girl dijo...

Te recomiendo que veas last life in Universe. Saludos.

^^

Antonio Rando dijo...

Juniper Girl, ya me he pillado unas cuantas de este menda, entre ellas, esta que señalas. Veo y comento.