miércoles, marzo 26, 2008

Fotografiando Hadas

Photographing Fairies
Dir. Nick Willing
Reino Unido 1997

Cuando al estudio fotográfico de Charles Castle llegan unas fotos en las que parecen haber sido captadas unas hadas, su escepticismo va sucumbiendo ante la idea de la posibilidad de otros mundos ocultos donde todo es posible. Pero aun atormentado por la muerte de su esposa unos años atrás, la obsesión en que va cayendo a raíz de esa idea lo va trastornando aun más.

* Dicen que cuando Pandora abrió la dichosa caja de ella salieron en desbandada todas las penurias que aquejarían a la humanidad, y que tras este tropel de desgracias salió, tras quedar agazapada en el fondo de la caja, la esperanza y la fantasía, para hacer más llevadera la vida a los hombres.
El protagonista de “Fotografiando Hadas” sufre la perdida de su esposa, y va desplegando una serie de formas de afrontar una vida que se le ha vuelto un sinsentido y un tormento continuo. En los momentos de mayor dolor marcha al margen de la vida, dejándose ir, reaccionando de diferentes maneras ante su desgracia, pero siempre indiferente al mundo: se abandona al abatimiento, a la postración, o al peligro que otros eluden: tan familiarizado se cree con la muerte y la desgracia que no le importa codearse con ella. Finalmente adopta una resignación escéptica ante cualquier dicha que el mundo pudiera brindarle, complaciéndose en destruir en los demás la vana pero bienhechora esperanza, quizá por envidia, quizá por ahorrarles la brutal caída desde la felicidad que el sufrió. Su felicidad estaba tan inserta en lo que su mujer representaba para él que su muerte aniquila el sentido de la “esperanza”, y su aflicción es tal que no deja lugar a la sedante fantasía.

* Pese al elemento fantástico, el tema de las haditas, los estados alterados de conciencia, etc, “Fotografiando Hadas” es un drama en toda regla, que podría escorarse hacia regiones de ensueño e infantiles, pero que avanza siempre ebria del dolor, el resentimiento, la pesadumbre, y más tarde del delirio y la obsesión de un protagonista incapaz de reintegrarse a la vida y reconciliarse con el mundo, ciego ante la realidad de los respectivos problemas, sinsabores, pero también goces y serenidad del resto de la gente, y cerrado a todo aquello que podría desviarlo del rumbo tomado, por estar salvajemente desencantado, por sentimientos de culpa, resentimiento, o por evitar posibles desengaños. Y cuando una esquirla de fantasía abre brecha de esperanza en el ciclópeo muro que “protege” a Charles Castle (el protagonista), esa mosquita muerta relegada al fondo de la caja de Pandora hurga tanto en él que acaba devorándolo. Se hace añicos la fachada que él creía una defensa contra las fútiles ilusiones, contra la credulidad, eran tales sus ansias de calmar su dolor, de encontrar un paliativo, y tan ligado este a la figura de su esposa que una mota de lo que cree esperanza justificada desboca su mente, lo abruma, y arrasa lo arruinado. Demasiada manía para un ser desconsolado.

* El personaje de Charles Castle está perfectamente caracterizado y tiene una gran fuerza, mientras que el resto andan ahí para servir de marco al desarrollo de este personaje, según yo lo veo.

* Aunque hacia el final la película se vuelva algo sensiblera, no llega a pecar del todo de empalagosa. El relato se va encauzando diestramente hacia ese final, así como la evolución de los personajes, y aunque dicho final sea algo cándido, ni este, ni la belleza de las imágenes, ni muchos pasajes de gran lirismo merman la carga dramática ni el tono amargo.

* En ese mismo año aparece otra producción británica, “Un Cuento de Hadas”, con las mismas ideas de base –y de supuestos hechos reales- que “Fotografiando Hadas”, pero que tiene un tono muchísimo más amable e infantil, sin la elegancia, sutileza, y por supuesto el ligero tenebrismo de esta: un drama psicológico en clave de hiriente y misteriosa fantasía; o al revés. ¿La esperanza es lo último que se pierde? Habría que preguntar a Charles Castle.

4 comentarios:

troncha dijo...

Hola Irian,
Esta película siempre he tenido ganas de verla, pero siempre he acabado dejándola pasar, me ha echado para atrás el que tengo un concepto supremamente melodramatico de ella y pienso que no me va a gustar. La aparco, la aparco y la vuelvo a aparcar.

Saludos...

john mcclane dijo...

Siempre me ha costado hacerme el ánimo para ver cintas con mayor contenido melodramático pero esta se ve bastante interesante.

Saludos.

Antonio Rando dijo...

Hola, Troncha y Fantomas. A mi es que me va el drama, ya lo saben quienes pululan por este humilde blog. Pero esta película ya digo que no es empalagosa, ni lacrimógena, sino un drama psicológico bastante bien tratado, y como tiene sus elementos fantásticos, de misterio, es muy, muy interesante. Aunque claro, con tantísimo como hay por ver, si algo no atrae del todo, a que verlo…

Saludos.

nn dijo...

Wauuuu... esto si que esta interesante, no la conosco ni a su director, habra que buscar por ahi...