viernes, septiembre 29, 2006

El Verano de Kikujiro


Kikujiro no Natsu
Dir. Takeshi Kitano
Japón 1998




A Masao le gustaría, como a cualquier otro niño de su edad, pasar el verano con sus amigos, jugando, de excursión, en la playa, o salir de viaje con sus padres. Pero su padre hace tiempo que murió, y su madre, a la cual apenas conoce, vive en una ciudad lejos de Tokio, donde él vive solo con su abuela, a las puertas de un verano que se presenta bastante mortificante. Todos sus amigos se van yendo a veranear con sus familias, su abuela no tiene tiempo para entretenerlo; parece que le esperan varios meses de jugar solo, estar en casa, o vagar por la ciudad.
Pero una amiga de su abuela, compadeciéndose de Masao, decide alegrarle el verano, y encomienda a su marido, Kikujiro, la persona menos adecuada para tratar con niños, que acompañe al pequeño a visitar a su madre.
La compañía de aquel señor, que reúne unas cuantas de las cualidades menos aceptables para hacer de niñera, hacen del viaje toda una aventura desde el principio. Pero cuando den con la madre de Masao, y este acabe decepcionado y hundido por el escenario con que se encuentra, se volverá todo surrealista debido a los esfuerzos de Kikujiro por consolar al niño y crear para él un minimundo mágico que disipe su abatimiento mientras dure el viaje de regreso.


* ¿Por qué me ha gustado tanto esta película? Pues posiblemente por haber conseguido algo que, sin ser imposible (a otros también les sale como si nada), es bastante poco frecuente, y es el elaborar un dramita, manteniendo un tono entristecido durante toda la película, pero cargándolo también de una comicidad entre macarra, tierna y extravagante, que no choca, y logra un relato tierno y muy conmovedor. Donde otros obtendrían un drama trillado y empalagoso sobre infante desgraciado, o un engendro grotesco intentando casar amargura e hilaridad, Kitano gana una historia entrañable, empañada siempre de un aire tristón, pero que encadena, una detrás de otra, un sinfín de escenas cómicas muy divertidas, y que hacen la película muy, muy agradable.

* Todos los personajes, por muy puntuales o secundarios que sean, aportan su migaja al desarrollo de los demás, y de la película.
La figura del niño pronto cede todo el protagonismo a la de Kikujiro, interpretado por Kitano. Me encanta el papelón que hace el señor Kitano, y ese desgarbado personaje que aborda. Es entrañable como se convierte en un denodado bienhechor del niño, sin dejar de lado su carácter y personalidad. Vemos como la desventura del pequeño Masao despierta algo en él, e intenta poner al servicio del niño, para consoloarlo en la medida de lo posible, los mejores sentimientos de los que se alma es capaz; como seguro hizo Kitano al elaborar esta película. Vemos a un hombre egoísta acabar montando todo un circo para aliviar el corazón del pequeño. Pero esta supuesta transformación, que incluso despabila los sentimientos filiales de Kikujiro, no parece surtir mucho efecto en su temperamento. Kikujiro pasa de ser un irresponsable jugador, desvergonzado, arisco y macarra; a ser un camorrista maleducado, hosco pendenciero, pero que parece empezar a experimentar eso que llaman sentimientos; los de la facción noble y desprendida, y se propone, si no arrancar a la realidad el niño, arrancar a este unas sonrisas.

* Es fácil, en películas de este estilo, que nuestra atención se centre en el desdichado niño, pero aquí Kitano y lo genial de su personaje guían el cotarro, con la colaboración de algún que otro asistente, todos un poco freakies, pero entrañables. Y es que a medida que avanza la película esta va pasando de road-movie tragicómica, de ágil ritmo e imaginativa narración, a tomar unos aires de cuento conmovedor lleno de personajes y situaciones divertidas y ocurrentes. Tanto ese poeta-mago-artista que cuenta historias al niño y lo asombra a base de trucos, como esos dos moteros con pinta de malotes, pero inocentes e infantiles (por cierto, sacados del programa Humor Amarillo), que se prestan a participar en todo lo que Kikujiro prepara para solaz del niño, parecen salidos de un fábula.

* En fin; película gratificante, para olvidarse de lo prosaico del mundo, y del ruido del tráfico; para echarse a reír cada dos por tres; para volver a la infancia; con un ritmo narrativo de una vitalidad apabullante, unos personajes de fábula, y un Kitano (delante y detrás de la cámara) para quitarse el sombrero. Imaginativa y sensible.

domingo, septiembre 24, 2006

El Perro Mongol (La Cueva del Perro Amarillo)


Die Höhle des Gelben Hundes
Dir. Biambasuren Davaa
Alemania / Mongolia 2005


Mientras cumple un encargo de su madre, Nansal, la hija mayor de una familia nómada, encuentra un cachorro de perro perdido en una cueva. Descuidando lo que tenía que hacer, vuelve a casa acompañada por el perrito. Poco a poco, pese a la insistencia de su padre de que se deshaga de él, porque puede haber estado conviviendo entre lobos y resultar peligroso, Nansal se va encariñando con el perro. Acabado el verano, cuando la familia debe mudarse a otro lugar, tendrán que decidir que hacer con él.










* Solo por el festín visual que el espectador puede darse con esta película ya merece la pena ir a verla. Entre la sobrecogedora belleza paisajística del país, con espléndidos decorados naturales, y la cuidada belleza plástica de la que se han esmerado en dotar a la película en todos sus aspectos: vestuario, decorados, ambientación, ... les ha salido una obra preciosa como pocas desde hace tiempo. Minimalista y exuberante, toda la película se podría ver como un enorme y colorido tapiz que nos muestra una porción de la vida de Mongolia, que aúna lo bucólico del paisaje con la explosión vital y colorista de la vida de los protagonistas.
En este aspecto visual resulta más pródiga, mas atrayente para el público general, que su antecesora La Historia del Camello Que Llora; anterior trabajo de la directora Byambasuren Davaa. Resulta más vistosa; por un lado debido a que la región donde se rodó da más juego para el lucimiento estético que la monotonía del desierto, pese a la solemne belleza de este; y por otro lado debido al ánimo intencionado de elaborar una obra casi ornamental y artística; colorista; si bien es cierto que las dos películas casan a la perfección la belleza de los decorados naturales con la belleza general de las imágenes de la vida doméstica y del entorno cotidiano. En El Perro Mongól la preocupación estética y plástica, es mucho mayor y evidente, resultando uno de los pilares del film junto con su valor documental.





* Esa mayor preocupación por el acabado artístico y ornamental, la aleja de la expresión sencilla, natural y realista, sin artificios, del cine documental en general; carácter que si tenía La Historia del Camello Que Llora. En este aspecto, El Perro Mongol es más artificiosa, sin que ello le reste valor documental, pues pese a que el anterior trabajo se presentó como documental, y este no, la verdad es que no deja de serlo. Su pretensión, aparte de la artística, es volver a mostrarnos el modo de vida de las familias nómadas de Mongolia, esta vez en otra parte del país, con una historia diferente, pero a través de la cual se articula el mismo discurso y mensaje, presentando detalles de los que no se ocuparon en el anterior trabajo.


* Otro aspecto que puede alejar la película de la típica desnudez documental es que la familia nómada de El Perro Mongol, es real, si, pero actúan y se interpretan a si mismos; la familia es entrañable y su actuación acertada, pero la estampa queda un poco artificial, cosa que no ocurría con la familia del desierto de La Historia... que resultan mucho más natural, respecto al propio entorno y dentro del contexto de la película; sin esas sutilezas estéticas e interpretativas de esta segunda cinta.



* En cuanto a la historia narrada, en La Historia del Camello Que Llora el relato es más sólido, y tiene un desarrollo, del que la historia de El Perro Mongol carece. La historia del camellito blanco rechazado por su madre, y de los esfuerzos de la familia nómada por buscar una solución, era la constante de todo el film. El documental se articulaba a través de esa narración, y tan importante era el relato en sí, como el retrato del modo de vida de los habitantes del desierto del Gobi; de sus tradiciones; ritos; costumbres; etc. Ahora la historia del perrito prácticamente no cuenta para nada; es bonita, si, pero el documento antropológico que supone la película podría pasar sin ella. No hay narración como en La Historia... pero hay la misma intención de mostrar la vida cotidiana y las costumbres de esas gentes. Esa pretensión guía la película. Su valor documental es mayor que el de la historia que narra.


* Volvemos a encontrarnos con un sensible canto a la vida natural y sin artificio de los habitantes nómadas de Mongolia; a la comunión con su entorno; a la importancia de la familia; a una humanidad y humildad que persevera aquí mientras se degrada en entornos urbanos más “civilizados”; a la sencillez de una forma de vida que no necesita del consumismo y las naderías a que nos hemos acostumbrado en las sociedades “avanzadas” para llenar ciertos vacíos emocionales, morales, etc.


* Las referencias durante la película a la vida en la ciudad, y a unas supuestas elecciones al parlamento Mongol, con la actitud que guarda la familia respecto a ellas, plasma de forma contundente la separación entre dos estilos y formas de vida. Se nos muestra la inmutabilidad y perseverancia de la vida tradicional nómada, dependiente del entorno natural, solo en peligro por la voracidad de las necesidades de la sociedad moderna.


* Tierna historia, con valor documental, y visualmente extraordinaria.

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sábado, septiembre 23, 2006

The Saddest Music in the World



Dir. Guy Maddin
Canadá 2003


Durante la gran depresión una empresa cervecera, convencida de que la tristeza vende; vende alcohol concretamente, e impulsa a la gente a beber, organiza un concurso internacional para buscar la canción más triste del mundo. Participarán delegaciones de varios países, y entre ellas, algunos de los protagonistas de la historia. El representante de EEUU será un productor neoyorquino en horas bajas, encantado con el premio en metálico que ofrecen al ganador, pero que sin mucho talento, espera ganar el favor del público ofreciéndole espectáculo; y el de la organizadora del concurso debido al hecho de ser su ex amante. El padre del productor, responsable de que a la organizadora del evento le falten las dos piernas, y aún enamorado de ella, representará a Canadá. Su otro vástago, obsesionado con la muerte de su hijo, y sin saber que su desaparecida esposa es la actual amante de su hermano, espera transmitir toda su desdicha al público. El encuentro de los tres con ocasión del concurso dará lugar a una situación de lo más peliaguda, agravada por la competitividad que el concurso despierta en todos los participantes.


* Nueva espléndida película de este gran director; en mi opinión de los mas interesantes de los últimos años, por saber conjugar experimentación y un estilo audaz, con narraciones coherentes, e historias y personajes de lo mas interesantes.

* Aquí vuelve a repetir parte de la fórmula, y algunos elementos, de los que usó en Drácula o Cowards Bend the Knee: cine en blanco y negro (sonoro esta vez) con alguna escena en color; puesta en escena espectral, bizarra, que recuerda a algunas obras expresionistas, pero con una atmósfera más densa; flashbacks; un aroma a cine clásico rejuvenecido; surrealismo total.
Me encanta la historia. Me impresiona como articula un relato fiel a los esquemas del melodrama más clásico, y lo puebla de los personajes más extravagantes, lo que unido a lo rocambolesco de toda la propuesta, estética y estilísticamente, da un bien tejido monstruo bizarro de una coherencia narrativa de órdago. Todos los personajes son atractivísimos y están caracterizados de una manera magnífica, es difícil imaginarse esta historia sin la presencia de cualquiera de ellos.

* Es también una oportunidad para ver a actrices como Isabella Rossellini o Maria de Medeiros bordando unos papelazos en un tipo de cine, experimental e intrépido, con unos registros a los que no nos tienen acostumbrados. El resto de actores también están soberbios. Le dan a la obra una carga dramática, que inyectada en lo caricaturesco de los personajes y la historia en sí, hace la película de lo más atractiva.

* En líneas generales, estaríamos ante una tragicomedia; aunque lo cómico parte más del estilo visual, el ritmo, y lo grotesco de los personajes, que de un ánimo explícito de confeccionar situaciones cómicas. El tono general de la historia en sí es melancólico, triste y oscuro; bastante macabro y sombrío. Una historia de amor, rencores y venganzas; de pasados ocultos, misteriosa; de vidas truncadas y personajes perdidos y desorientados; con gran protagonismo de la música como pantalla de la vida y desventuras de los personajes... Lo que impresiona es como se consigue fusionar ese ambiente circense y caricaturesco, con un tono dramático, emocional y lúgubre, en un relato cargado de detalles y certero, ... una obra sólida y arriesgada. Un una palabra: La osti... Es difícil conseguir mantener, entre tanta parafernalia, un ritmo narrativo eficaz que enganche al espectador; porque engancha de verdad.

* También podemos leer a las claras una crítica a la propensión de EEUU a convertir en espectáculo todo arte y cultura; solo hay que ver la propuesta que el representante de EEUU lleva al concurso; todo un circo teatral a lo “broadway”, en comparación con las intervenciones de los demás países.

* En fin; un tétrico, fantasmal, y rocambolesco drama; fantasioso, con toques del musical y cierto tonillo cómico agrio; personalísimo; con una historia de lo más interesante y original; y unos personajes de lo más atrayentes. Espléndida. Maravillosa en todos los sentidos.

jueves, septiembre 21, 2006

El Amor Después del Mediodía


L'Amour, l'Après-midi
Dir. Eric Rohmer
Francia 1972



Frederic es feliz con la vida que lleva. Goza de éxito en su trabajo, rechazando oportunidades mas lucrativas por sentirse bien tal como está. Tiene una bella esposa, profesora de inglés, con la que se siente a gusto, y de la que espera su segundo hijo. Vive en el bullicioso Paris, disfrutando de su gentío y su febril actividad. En su tiempo libre lee, va de compras, y fantasea con toda mujer que se le cruza en el camino, sin que esto ponga merme en manera alguna su felicidad conyugal. Siempre tiene los pies en el suelo, y mantiene una distancia prudencial de todo aquello que pudiese restar un ápice de bienestar a su vida.
Pero como extraída de una de esas fantasías, cierto día se presenta en su oficina una vieja conocida, ex pareja de su mejor amigo, y a la que hacía años que no veía. Los propósitos de su reaparición y de su visita a Frederic no están del todo claro. Poco a poco irá embaucando a Frederic, arrastrándolo de forma sutil hacia una situación delicada, que apelará a sus sentimientos y convicciones.


* Cuando acabo de ver esta película me quedo con la sensación de haber visto una obra de un acabado perfecto. Que borda su propio discurso y lo proyectado por el director. Donde nada falta ni sobra. Pero el que no pueda reprochar nada a esta cinta, no explica esa sensación de perfección que nombré antes. Supongo que ese acabado se deberá a la destreza del realizador a la hora de usar determinados recursos cinematográficos, que a mi, como simple aficionado al cine, se me escapan, siendo materia para cinéfilos mas versados o sesudos estudiosos del séptimo arte.
De todos modos si que puedo destacar alguna que otra cosa que me ha gustado especialmente del film:

* Su ritmo sosegado y su coherencia narrativa; y el relato sin altibajos de una situación que parece conducir al espectador de la mano hasta el desenlace.

* Personajes sugerentes que se ganan nuestro favor desde las tres o cuatro pinceladas iniciales con que nos los presentan. Rohmer dota de personalidad a sus personajes de dos simples trazos. De esta forma uno no se hace de rogar a la hora de prestar su interés al film, que no lo reclama para la historia, sino para sus personajes.


* Atractivo el personaje de Chloe. Es como la tentación hecha carne. Surgida enigmáticamente de no se sabe que reducto del pasado del protagonista para incitarlo a plantearse su presente; proyectarle un dilema; darle una lección moral. Se me presenta más esta película como lección, como “cuento moral”, que La Rodilla de Clara o Mi Noche con Maud, como si el discurso moral aquí fuese mas nítido, con un envoltorio menos complejo que las otras.

* Me gusta como está planteado el personaje de Frederic, y el esbozo psicológico que de él se hace, así como el dilema que se le plantea. Lo atractivo de los personajes hace que realmente te interese como acabará todo, pese a lo sencillo, que no simple, de la situación.
El protagonista parece tenerlo todo. Tanto es así, que quisiera tener algo menos; padecer cierta privación; cierta necesidad o incertidumbre, que lo sacase un poco de la plácida e inerte complacencia donde se halla, y le proporcione quizá cierta emoción, aunque esta fuese inofensiva. Por eso debe fantasear, no yendo más allá. Por precaución, quizá por temor a un desliz que desbarate la felicidad que se ha labrado.
Como de momento se contenta con fantasear, y nada, ninguna mujer, ha venido a ponerle en ningún aprieto, se mantiene en esa situación, en la que lo tiene todo, pero donde siente que quiere o necesita algo; puede que volver a tener cualquier cosa en la que afanarse o tener que enderezar. Entonces es cuando aparece Chloe, para estimular sus fantasías con la figura de una mujer inquietante, con problemas, inestable, que viene a ofrecerle esas emociones que el parece anhelar. Ahora deberá plantearse si merece la pena lanzarse a la aventura.


* Sin percatarme de las demás virtudes que tendrá, pero que son para mi inasibles, acabaré recomendando esta película por la simple razón de que me ha encantado.

lunes, septiembre 18, 2006

Funny Games



Dir. Michael Haneke
Austria 1997



Una familia como tantas otras, un matrimonio con su hijo pequeño, se dirige a pasar unos días a su casa junto al lago. Todo parece tranquilo; como siempre. Pero pronto reciben la visita de dos jóvenes, en apariencia normales, conocidos de un vecino.
Antes de que se den cuenta de lo que ocurre, una estúpida discusión a raíz de unos huevos desemboca en un rifirrafe entre el matrimonio y los dos jóvenes. En un hosco y a la vez sutil crescendo la disputa va a más, hasta que la familia es retenida y torturada por sus visitantes.


* La primera vez que vi esta película, en su estreno, salí con la sensación de haber visto un film de horror bastante cafre y angustioso, pero nada más. Al ver de nuevo esta película años después, tras haber visto entretanto unas cuantas más del señor Haneke, uno se enfrenta a ella a sabiendas de que no puede quedarse tan solo en lo que la cinta muestra, pues Haneke no es un narrador de historias, un cuentacuentos, sino un expositor de ideas y modelos de realidad. Este film va mucho mas allá de su simple argumento. Como escribo arriba, Haneke presenta un modelo de realidad, crea un mundo ficticio, procurando durante la película dejar claro esto último, rompiendo de forma brusca la puesta en escena hiperrealista a la que somete toda la película, para explicitar que lo que vemos no es sino una creación de su retorcida mente. El problema (para la moral o la placidez del espectador, no para el director, pues esa es su intención) es que ese mundo que se nos muestra, pese a los descarados recursos del director para presentarnos todo como una ficción irreal, es demasiado similar al nuestro y nuestra cotidianeidad. La brutalidad del film, y su acción de un realismo crudo (salvo cuando se rompe dicho realismo como llamada de atención) sería suficiente para generar incomodidad en el espectador, pero la crudeza y la violencia explícita no es el quid de la cuestión. Lo realmente perverso es dotar a ese modelo de realidad de unas reglas y leyes (ese juego divertido del título) que justifican la barbarie que se despliega ante nuestros ojos. Unas leyes que el realismo del film, y de la supuesta ficción que nos ofrecen, hacen cómodamente, y la fórmula del film invita a ello, extrapolables a nuestra realidad.
Yo no veo en esta película, como ven tantos otros, una reflexión sobre la violencia y los medios de comunicación, o sobre el vacío emocional y de valores. Son aspectos presentes en todas las obras que he visto de Haneke, pero no creo que aquí sean estos los puntos centrales de la propuesta. Creo que lo que se propone es, como dice el título, un juego; que cada cual juzgue si divertido o no. Un juego cuyas reglas vertebran la realidad de la película, y al que son arrastrados los protagonistas por los dos jóvenes “psicópatas”, que podríamos considerar aliados del propio director (el apelar al público no es una gracia gratuita). La familia no sabe que se hurga en su mundo, ni saben que se van a exprimir las leyes de este para su perdición. No conocen las reglas del jueguecito. La lógica aplastante de este los empuja poco a poco hacía el abismo. Lo perverso es lograr que el espectador perciba el juego y sus reglas; que las vea como leyes que subyacen a la realidad que se le plantea; que perciba la correspondencia entre ese modelo y el nuestro, formado a base de convenciones, esquemas de pensamiento, y respuestas prefabricadas; y que dejando de lado esto último vea como metódica y lógica (siempre en ese otra realidad) la atrocidad y el salvajismo desplegados en pantalla.
Es mi película favorita de Haneke. Por su perturbador planteamiento. Por la lucidez enfermiza con que concibe el film. Porque pretende convulsionar de forma solapada ciertos esquemas mentales, moviendo a la reflexión. Es un ejercicio y propuesta intelectual lúcido, perverso, retorcido, macabro, genial y penetrante. Por su poder desestabilizador es mas terrorífica que cualquier film del género.

domingo, septiembre 17, 2006

Un Tranvía Llamado Deseo


A Streetcar Named Desire
Dir. Elia Kazan
EEUU 1951



Blanche, tras haber perdido toda la fortuna familiar en su ciudad natal, resuelve visitar a su hermana Stella y a su marido Stanley, con la esperanza de forjarse una vida cerca de ellos, en Nueva Orleáns, y olvidar el pasado. Pero la pérdida de las posesiones familiares por el derroche de sus antepasados e ineludibles y recientes gastos no convence del todo a Stanley. Este no se deja engañar por las remilgadas maneras de Blanche, por su esmerada educación. Es una intromisión indeseada en su vida, no soporta sus escrúpulos, y le exige sinceridad sobre sus propósitos, asi como sobre los verdaderos otivos que la han llevado hasta allí. Ante el mutismo de esta, su empeño en defender que ya les ha referido todo, Stanley decide indagar en su vida por cuenta propia. Así descubre, no solo que tiene un reciente pasado oculto, sino que este es lo suficientemente escabroso como para poner en peligro la estabilidad y el honor de todos si permite que Blanche continúe conviviendo con ellos.
A partir de aquí comenzará un tira y afloja entre todos los protagonistas de la historia, en el que ineludiblemente algunos saldrán mal parados.

* Apoteósica. Absolutamente impresionante. Tan solo la demoledora interpretación de Marlon Brando sería suficiente para encumbrar este film. Pero es que todo el elenco de actores hace un trabajo colosal, como embebidos de la sombría puesta en escena de una sórdida Nueva Orleáns. Las destempladas interpretaciones en ese ambiente en penumbra que domina todo el film, trasmiten perfectamente y de forma apabullante el debate interior que la llegada del personaje de Blanche ha provocado en todos los que la rodean. Su aparición desata un conflicto de afectos e inclinaciones entre todos los personajes, situándolos en una encrucijada donde perderán algo, sea cual sea el camino que elijan. Blanche (Vivien Leigh) supone el elemento de discordia que viene a interponerse en el, hasta el momento, feliz matrimonio entre su hermana Stella y su marido Stanley, viniendo por si sola a desestabilizar la relación. El progresivo descenso de Blanche hacía la locura, parejo a las revelaciones sobre su pasado, y a la desestabilización de las corrientes y sencillas vidas que hasta entonces llevaron los protagonistas, esta desarrollado de forma magistral. El derrumbe emocional de Blanche, y el naufragio de su cordura, son transmitidos de forma brutal.
Visto de lejos, Stanley (Marlon Brando) podría bien ser considerado el villano de la historia; para mi es el único que logra hacer frente, y se arriesga a desafiar el delicado trance en que Blanche los ha arrojado a todos. Como todos, sacrificará algo en la lucha, pero es mejor que cruzarse de brazos y ver como se desintegra el mundo que se ha ido forjando. Blanche, independientemente de los sentimientos contrapuestos que nos pueda despertar, no deja de ser el elemento extraño, primero admitido, y mas tarde rechazado por la amenaza que a la estabilidad de todos representa. La amalgama de sentimientos y emociones cruzadas con que, sin concesiones, la película bombardea al espectador la hace casi cruel. Una película obligatoria.

Into The Mirror


Geoul Sokeuro
Dir. Seong-ho Kim
Corea del Sur 2003

Tan solo quedan unos días para la reapertura de unos grandes almacenes. Un año antes, sus instalaciones fueron destruidas por un gran incendió, en el que además murieron varias personas. Si no fuese por los manifestantes que, silenciosos, a las puertas del edificio, reclaman indemnizaciones para las víctimas, aquel suceso estaría superado.
Se ha trabajado duro para este momento, para la gran inauguración, y la junta directiva no esta dispuesta a que unos simples manifestantes arruinen sus planes. Incluso cuando una trabajadora se suicida en el mismo edificio unos días antes de la reapertura, la junta pasa por alto el suceso, y decide a continuar el plan trazado.
Pero otro trabajador morirá en circunstancias similares; otro supuesto evidente suicidio.
Mientras la junta directiva de la empresa continua empeñada en seguir adelante cueste lo que cueste, la policía, ante lo extraño del caso, decide involucrarse directamente, y establecerse en el propio centro para trabajar junto con la seguridad del edificio.
La única persona que sospecha algo extraño en el asunto es el jefe de seguridad del centro, un policía retirado, que indagando de forma independiente, intentará implicar a la policía en su investigación y sus hallazgos.
A lo extraño del caso, a los rumores que circulan sobre inquietantes apariciones nocturnas, y a la sospechosa y turbia contabilidad de la empresa, al parecer relacionada con el incendio y con los fallecidos en los últimos días, se viene a unir una tercera muerte que desorientará completamente a los investigadores.
El edificio cobra mala fama, y la inquietud de sus trabajadores solo contribuye a crispar el ambiente. En una atmósfera irreal donde uno no sabe si combate con lo sobrenatural o si desafía una oscura trama terrenal, los responsables del caso tendrán que enfrentarse tanto al enemigo oculto como a si mismos.


* Aquello que podemos observar a través del espejo, es efectivamente un reflejo de nuestro mundo, pero no es nuestro mundo en sí, sino una dimensión paralela que se desarrolla de forma independiente, de forma que lo que allí ocurre no tiene forzosamente que suceder a este lado, y viceversa, acentuándose la división cuando algo disruptivo viene a romper el equilibrio
La película parte de esa idea, y de la posibilidad de una interacción entre esos diferentes mundos. La premisa es, no muy original, pero si que de lo mas sugerente. Se aborda un tema complejo, de tintes metafísicos, y se resuelve de forma competente y eficaz.

* La trama es interesante y mantiene en todo momento intrigado al espectador. Las primeras secuencias, con los primeras muertes, sitúan al espectador dentro del terreno de lo sobrenatural, la investigación lo va atrayendo hacía esferas mas terrenales, para de nuevo descolocarlo y arrojarlo a los confines de la superstición. En este sentido el film juega continuamente con nuestras expectativas, lo que lo dota de interés hasta un final de lo mas perturbador. El terror da paso al thriller policiaco y viceversa durante todo el metraje.

* En el terreno plástico también tiene el film cosas a destacar. Los decorados con su profusión de espejos genera un ambiente fantasmagórico e irreal, un “mal rollo” perfecto para el desarrollo de la historia, con algunas secuencias realmente inquietantes. Añadiendo a esto el desequilibrio de algunos personajes obtenemos algunos momentos bastante perturbadores.

* Los personajes son también muy atrayentes. No son insípidas figuras que cargan con la acción, sino que cada cual cuenta con pasado detrás, que condiciona su papel en toda la historia, y el cual se nos irá revelando a lo largo de la película.

* Muy interesante propuesta. De siniestra atmósfera, sugerentes planteamientos y una trama que engancha.