martes, febrero 10, 2009

Un Angelo per Satana


Dir. Camilo Mastrocinque
Italia 1966

Una estatua recuperada del fondo de un lago; un escultor encargado de restaurarla; una joven de sorprendente parecido a la estatua. Una leyenda supersticiosa que resurge, ligada a funestos sucesos de antaño, y acompañada hoy de nuevas tragedias.




* Lo que me gusta de “Un Angelo per Satana” es la visión que da de la forma en que se perpetúan las leyendas, maldiciones, supersticiones; o al menos, aquella de la que trata el film. No es que no disfrute con la siempre sugerente y enigmática presencia de Barbara Stele, que tiene aquí un papel de mujer aun más “fatal”, o más bien “letal”, de lo habitual, y con un componente erótico y sensual mucho más evidente de lo que es usual en sus cintas de horror, incluso transgresor y políticamente incorrecto en ese aspecto; pero un segundo visionado de la película me ha llevado a sorprenderme ante la forma de articular y explicar la historia. No es, ni mucho menos, un tratado fílmico sobre las supersticiones, pero tiene un trasfondo rico, dentro de sus limitaciones, e incita a la reflexión, cosa que difícilmente lograban cintas de terror de la época. Lo que muestra es como arraigan las leyendas, no siendo solo el pueblo llano el que las mantiene vivas. A veces la pervivencia de un mito puede ser del interés de personas ajenas al vulgo, no estando su continuidad ligada a la sinrazón, la religiosidad, o la tradición, sino a razones y pretensiones más calculadas. Todo esto me ha recordado a Theodor Fontane y su novela “Effie Briest”, donde a su protagonista le interesa residir en una casa encantada, pues no hay nada que de más lustre y solera a un linaje, o apellido, que un fantasma, sea este de quien sea. En ambos casos, tanto en la película de Mastrocinque, como en la novela de Fontane, los fantasmas no nacen de la impresionable fantasía popular, o si lo hacen, encuentran buenos aliados en mentes más frías.

* Aparte de exponer la idea de que todos los estamentos sociales pueden participar de la gestación y desarrollo de un mito, por intereses varios, la leyenda que recoge “Un Angelo per Satana” me atrae por romanticismo puro y duro. Me resulta interesante desde un punto de vista psicológico también, centrándose en temas como los celos, la venganza, la locura, siempre presentes en estas góticas historias, y como es frecuente, todo narrado en un tono visceral y crudo, con la sordidez propia del cine italiano.

También me atrae el hecho de que esta vez no se desarrolle la historia en la típica mansión oscura, llena de telarañas y rincones ignotos; en tenebrosos castillos, o parajes pseudomedievales, sino en una aldea de pescadores y campesinos donde la femme fatale de turno comete sus fechorías, dándole un toque de atavismo más que especial al relato. Y por último, señalar lo simpático que me cae el vengativo espíritu-ideal de Belinda, escarmentando a los hombres por bobos libidinosos, y a las jovencitas por bobaliconas presumidas.

sábado, febrero 07, 2009

Winds of September

Jiu Jiang fen
Dir. Tom Lin
Taiwán 2008

* “Winds of September” nos lleva a esa época de la vida en que todo es despreocupación, seguridad en que el tiempo se ha detenido por siempre, y autosatisfacción: la adolescencia. Pero es también la época donde comienza el mundo a acribillarnos con problemas de la esfera adulta, a sacarnos de nuestro complaciente sopor planteándonos dilemas a los que no nos habíamos enfrentado antes, y que, a diferencia de los obstáculos que podíamos haber tenido hasta ahora, nos requiere un pensamiento maduro, reflexivo, sensato… adulto, siendo los que no pueden superar la prueba, por infantilismo, los que se llevan los primeros grandes batacazos de sus vidas, porque ya el foco de responsabilidad no está solo fuera de nosotros, sino mayormente en nosotros mismos.
La película muestra como un grupo de amigos de instituto, de esos grupos que, en nuestra inocencia, creemos forjados con cadenas de una lealtad inquebrantable, se va desintegrando a causa de las decisiones que cada cual debe ir tomando respecto a su vida, la cual les va ya exigiendo determinadas posturas ante el mundo real.
Este desmoronamiento de los grupos de amistades los hemos vivido todos, varias veces, y de forma más o menos dramática. A veces la causa de ello es “el tiempo”, “el paso del tiempo”: la excusa perfecta; y otras veces son acontecimientos concretos, o una serie de estos, como ocurre en esta película. El mundo juvenil estudiantil que retrata es similar al de otras cintas taiwanesas, como “Bluegate Crossing” o “Eternal Summer”. Supongo que por allí tendrán una visión bastante común de la vida adolescente, trazando un mundo de cándida rebeldía, nacientes valores, y problemas razonablemente resolubles: todo muy moderado. Es un buen ejercicio pensar en las formas que tiene cada cinematografía de retratar a su juventud: el candor taiwanés, la violencia nipona, la conciencia social francesa, la marginación y patetismo español (uy, se me ha escapado)... En oriente se suelen pintar las escuelas como mundos aparte, que absorben la totalidad del jovenzuelo en cuestión, condicionándolo por completo. De ahí, supongo, lo trágicamente disruptivo de cualquier problema surgido en su seno, y más aun de la salida definitiva de esa micromundo, el cual siempre está retratado como algo límbico, frío, pintado a base de tonos claros y apagados, celestes y blanquecinos filtros; como una especie de brumoso mundo disperso sin significación alguna, pues poco valor se da a sus espacios, profesores, padres, funcionamiento del centro, etc., centrándose todo en las relaciones entre jóvenes; quizá una forma de refugiarse de esa gélida existencia.

* “Winds of September” es un film plácido y entretenido; un dramita sobre las relaciones entre una decena de jóvenes diferentes personalidades, y sus formas de afrontar la adultez.

jueves, febrero 05, 2009

Girl Scouts


Geol seukauteo
Dir. Sang Man Kim
Corea del Sur 2008

Una pareja de embaucadores intenta huir con el dinero estafado a unas buenas gentes. Ya es duro lidiar con tu traidor compañero de fechorías, pero si encima te persigue el matón de una constructora a la que has estafado también, y además, cuatro chicas muy, muy furiosas, la cosa se pone más que peliaguda.



* Corea en estado puro; es decir, cine coreano actual en estado puro. “Girl Scouts” podría a priori parecer una tonta comedia; pero nada de eso. Si que es una comedia, la cual además nos arranca risas continuamente, lanzándonos, uno tras otro, acertadísimos apuntes de humor absurdo, más sorpresivos aún por emerger del trepidante ritmo que guarda la película en todo momento. Pero estamos ante algo más que una dinámica comedia. Estamos también ante una cinta de acción, drama… por eso lo de “Corea en estado puro”. Me ha traído a la memoria el cine de Joon-ho Bong, por esa mezcla de géneros abigarrada, pero bien compuesta; aunque “Girl Scouts”, bajo su humor, tiene un trasfondo dramático muy emocional, mientras que el del citado director es más, digamos, social-cerebral (palabrejas).

* Ya que he mencionado su dimensión dramática, decir que está tan bien trabajada como la bis cómica, y me ha resultado bastante emotiva. Cierto que los orientales no son dados a grandes efusiones dramáticas y afectivas; pero la situación de las protagonistas nos brinda todo un panorama de circunstancias personales angustiosas que traen consigo toda una amalgama de reacciones emocionales límite, que es lo que en gran medida impulsa la película en su frenético avance, dándole una emoción e interés palpitantes. Como en otras muestras de este cine, la comedia irá dando paso a la tensión y al drama, pero sin que en ningún momento uno u otro ganen la partida; siendo el ritmo y buen pulso lo verdaderamente dominante hasta el final, dejándonos asistir a una convulsa persecución trás otra. Es de recalcar la solidez narrativa de un film cargado de un humor tan absurdo, que nos fusila a base de continuos giros en el relato y en los personajes, y con tanta escena de acción.

* Una película tremendamente chistosa sobre dramitas-dramones personales, hecha con una pericia asombrosa, que me ha recordado también a “A Stranger of Mine”, cayendo ahora en lo similar de su trama.

* Destacar la dualidad del personaje del joven matón, el noble matón, y lo magistralmente construidos que están los protagonistas, siendo muy fácil empatizar con ellos, y adherirse anímicamente a su causa, ya que están psicológicamente perfilados a la perfección.

* La película, en clave emocional, es de esas que le hacen a uno plantearse si no ha de ser más honesto, noble y virtuoso después de verla. Tal propósito se le olvida a uno en gran medida con el primer ataque de repugnancia ante el mundo real, pero lo que es difícil eludir es la sensación de que se puede hacer cine con una calidad técnica y narrativa colosal, y aun así divertido e interesante. Sobre la ira feroz ante las injusticias, y ante la despiadada perfidia y depravación depredadora de algunos.

domingo, febrero 01, 2009

Ghost Soup

Dir. Shunji Iwai
Japón 1992

Un joven estudiante debe mudarse de piso el mismo día de nochebuena, sin sospechar que unos gorrones muy singulares, previendo su llegada para días después, habían decidido aprovechar su piso para un particular festejo navideño.


* El primer film de Iwai es un mediometraje, como gran parte de toda su producción, siendo el formato donde mejor se condensan, a mi entender, las peculiares virtudes del cine de este director japonés. Cintas como “Hana & Alice”, “Love Letter”, o “All About Lili Chou-chou”, siendo grandes obras (alguna me la he visto varias veces), pecan de exceso de metraje, dilatando un poco cansinamente el encanto del estilo de su director. “Ghost Soup”, como otras pequeñas joyas de Iwai, tiene la mesura perfecta.

* En esta película el espíritu de Iwai, romántico que va de lo líricamente tierno a lo enconadamente enfermizo, se alía al espíritu navideño – no se si por pura voluntad propia o porque era simplemente su trabajo -. Pero ocurre que Iwai, que estaría loco por rodar su primer film, no querría hacer un bodrio recargado de espumillón, deslumbrante de lucecitas “made in china”, y saturado del mensaje “amaos los unos a los otros durante 2-3 semanas… que es navidad; que si no…”.

“Ghost Soup” es una producción para televisión, que hiede a film especialmente confeccionado para la ocasión (navidades; y que alguien me corrija si me equivoco), y que se destinó a las buenas manos de Shunji, con lo que si se quería un alegato consumista, religioso, o cualquier otro, no se consiguió. Iwai ilustra una historia sobrenatural, mezclando elementos paranormales con algunos apuntes folclóricos, mayormente de raíz occidental, donde se roza algún mito cristiano, pero con una carga profana y de superstición, pintando más un fantasmal aquelarre que otra cosa. Ni una referencia importante a los lugares comunes y convencionalismos navideños. Nuestro protagonista viene a ser un lector de Dickens que “en ocasiones ve muertos”, y que le cierra la puerta en las narices a quien el día de nochebuena viene a hablarle de Jesús, con lo que sienta sus intenciones para con el film. Esa secuencia, en que el protagonista da portazos a diestro y siniestro podría verse como toda una declaración de principios: no religión, no televisión, no fiesta, no mass media… Como Iwai acaba moviendo a sus personajes por un terreno mayormente sobrenatural, sin apenas conexión ni referencia contextual navideña, ni apenas terrenal, estamos ante una de las más atípicas películas “navideñas” que he visto (de las que merecen verse, se entiende).

* La película es muy divertida y cómica, y avanza destilando una ternura y tristeza muy propia de su director (genial la visión del estrambótico soldado japonés que desde hace décadas se mantiene vigilante por la defensa de su país, sin atender al paso del tiempo).

* Por último, destacar que ya en esta primera obra Iwai crea el ambiente que deliciosamente explotará en toda su carrera, la glacial pero acogedora atmósfera de sus posteriores trabajos. Un mundo casi intangible, real pero feérico, donde la fantasía y lo esperpéntico siempre son bien recibidos.


Y en relación con esto último: atención a la secuencia en que el protagonista se pierde por la ciudad, porque es sorprendente la capacidad de este hombre de pasar de lo cómico a lo turbador, escorarse hacia mundos de pesadilla y desconcierto, y volver de ellos, sin que aquí haya pasado nada, salvo algún escalofrío por la pie del espectador.