EEUU 1994
* ¿Qué tenía “Clerks”, y sigue teniendo, pues el talento de Kevin Smith parece personal e intransferible, para que se convirtiese en película de culto dentro de ciertos círculos de jóvenes, habiendo conectado tan adictamente con tantos de ellos?
A decir verdad, he de ser franco: muchos amigos y conocidos me habían recomendado el cine de este hombre, pero no atrayéndome en exceso las comedias, creía tener que habérmelas con estúpidas patochadas yankies, con lo que, desoyendo el parecer de colegas de cuyo criterio aún así me fiaba, no me acerqué a la filmografía de Smith hasta hace poco. Pero nunca es tarde, y ahora soy un incondicional de este personaje, al menos por las 4-5 películas que le he visto, siendo “Clerks” mi favorita.
Cuan lejana esta cinta de las mamarrachadas macarro-cómicas norteamericanas que son nuestro pan de cada día desde hace 30 años. Bajo un torrente de lenguaje soez, pasajes abrumadoramente absurdos, gamberra comicidad, y una anárquica estructura narrativa, subyace un reflexivo discurso sobre la vida misma, y unos personajes de calado psicológico tremendo y construidos con una habilidad, y también un cariño, que ni en los anuncios de madres preocupadas por lo que desayunan sus hijos; además de unos diálogos, que aparte de ser groseros (y se agradece), son brillantes.
* “Clerks” está rodada en b/n, quizá para transmitir lo supuestamente anodina y triste que es la vida de sus protagonistas, vida que a la vista de cualquier sensato y productivo miembro de la sociedad no tendría sentido ni meta ninguna, contrastando con lo bien que se lo pasan algunos de los personajes, la consciencia que algunos tienen de su situación, y la fuerza, carácter y personalidad que despliegan otros, por muy “balas perdidas” que puedan resultar en principio. Yo mismo me he sentido identificado con muchos de sus personajes, como me pasaría luego con “Mallrats” o “Clerks II”, y lo mismo ha debido ocurrirle a tantísimos jóvenes. Y es que Smith lo pone fácil, con el tratamiento tan sangrantemente humano que da a este hatajo de perdedores, frikis y fracasados (y eso que aún no habían pasado los 12 años que faltaban para la segunda parte), década que se les echará encima sin que parezcan apercibirse. Sus personajes parecen decir: “Si, somos así, no sabemos si es para estar orgullosos, pero es nuestra decisión, nuestra responsabilidad, y de nosotros depende cambiar la situación, acarreando las consecuencias”. Es lo que viene a escupir a la cara “Clerks”, como en su genial escena, usando su desenfado, su vulgaridad, y su agresividad para arrollar a todo el que vea en estos chicos de ficción una caterva de mendrugos anormales e inconscientes; pues no son una casualidad ni algo peculiar. Solo son peculiares en la visión de sus circunstancias que dan algunos de ellos, o más bien todos, salvo el personaje de Dante, el cual parece rodeado de “Pepitos Grillo”.
* Película sobre como digerir situaciones calamitosas, circunstancias infructuosas, incertidumbres, errores, confusiones, desorientaciones… y lo mejor, a base de humor salvaje, insolente y ofensivo.