miércoles, noviembre 07, 2007

A Stranger of Mine

Unmei Janai Hito
Dir. Kenji Uchida
Japón 2005

* Me presentan dos almas cándidas e inocentes, ambas heridas de amor, que una noche se encuentran fortuitamente. La total falta de soltura para el acercamiento y establecer un conocimiento mutuo, la total rigidez de su comportamiento, su embarazo, los lleva a un sinfín de situaciones incómodas, ante las que no puedo sino reírme una y otra vez. Parece que estoy ante una simpática y agradable comedia romántica que me hará pasar un muy buen rato, y ya estoy haciendo quinielas sobre lo que puedo esperar de ella; lo que me deparará esta historia. Pero no. De pronto la película da un vuelco, quiebra mis expectativas, en el buen sentido, y se lanza a sorprenderme en cada secuencia. De asombro en asombro. Uno deberá continuamente revisar la representación momentánea que de historia y personajes se vaya haciendo.

* Los primeros momentos ofrecen unas buenas dosis de humor aderezado con alguna que otra reflexión sobre las relaciones de pareja; bien planteadas. Esta primera parte ya es envidiable, y se nos hace la boca agua. Pero llega un momento en que la película hace un extraño viraje. Se repliega sobre si misma, comienza a retorcerse, mirando ávidamente en torno suyo. Gira en redondo y se lanza sobre lo que en apariencia ya me ha mostrado, pero que en realidad no he visto. Se rompe la narración lineal, la concepción narrativa del desarrollo de la relación de la parejita mientras otros personajes, como complemento, orbitan alrededor de los protagonistas. Cuando aun no se ha avanzado apenas en el relato, se comienza a mirar atrás, a ver que se ha dejado sin plasmar, ahondando y ahondando en situaciones que ya parecen haber sido fijadas, como si fuesen paradas en un camino. Pero el camino que en principio creía yo que seguiría, el de la aproximación de los protagonistas y el relato de su relación, es intransitable. La película ofrece una laberíntica senda que lleva al conocimiento de todos los personajes, los lazos que los unen, a la valoración de su conducta, a la reflexión sobre las relaciones entre las personas, las apariencias, los valores. El film está articulado a base de unas pocas situaciones sobre las que parece que se lancen una y otra vez miradas aleatorias. Pero no es así. Cada visión ayuda a comprender mejor lo que está pasando, los personajes, otras secuencias, y también las mismas que veo en ese momento.


* Una reivindicación, y también un ensayo de todo el jugo que se le puede sacar a un relato simplemente parándonos en seco, frustrando la inercia, y exprimiendo a conciencia cada circunstancia. Diferentes puntos de vista para llegar a una visión panorámica de un todo, para tener delante un riquísimo y complejo tapiz, un mapa de lo que en algún momento puede parecer un confuso tejido. Cada vez que se vuelve sobre una “escena” es para ofrecerla desde la posición de otro personaje, para presentar el papel que en dicha situación jugaba cada cual. Se ve y siente a través de los ojos del demiúrgico director y de los personajes. Soy como un fantasma intrusivo. Personajes que ni siquiera sabíamos que jugasen rol alguno en tal o cual escenario pasan a ser protagonistas plenos, dándole un nuevo y mayor sentido a todo lo que se ha visto y se está por ver. Mi cabeza va de un lado a otro, reflexionando, elucubrando, buscando, añadiendo allí lo que se me acaba de plantear aquí. La película hace un corto recorrido en su inicio, y vuelve sobre él sin cesar, examinando el camino punto por punto, por si algo se ha perdido. Da un campo de maniobra, para el juego, y lo va detallando meticulosamente.
Así, el protagonismo que parece que en principio vaya a acaparar la parejita va pasando de unas manos a otras, y se va perfilando un magistral retrato de todos los personajes. Cada vez que se retoma una secuencia el panorama presentado florece, se hace más enmarañado, y se generan algunos momentos de tensión al convertirme en partícipe de las circunstancias de cada implicado, con una ingente información sobre lo que ocurre, que nadie más posee.

* Nunca se abandona el tono cómico, ni tampoco el sesudo: planteamientos que, si bien dejan la amistad en lugar muy alto, dejan hecho un despojo las relaciones de pareja y amorosas. Como se puede ver en muchas obras orientales, también en esta se conjuga un espíritu jocoso y burlón con una desesperanzada visión vital, donde el premio a la virtud y a la nobleza, a la humanidad y la dignidad, son siempre malcarados reveses del destino, el fracaso y una injusticia indomable.

* Me ha parecido una película soberbiamente narrada y planteada, sin grietas ni reproche alguno que poder hacérsele. Es increíble como se autoimponen unos márgenes situacionales tan limitados, y pese a ello se maniobra, se opera, y se hacen unas virguerías para las que otros necesitarían 4 horas de metraje y toda una saga. Fabuloso como se puede detallar tantísimo un pequeño coto privado, sin repetirse, ni llegar a hastiar.


* Muy divertida, tensa, emotiva e interesante. Llena además de planteamientos de fondo sobre los que pararse a pensar. No da respiro. Demuestra a las claras que sus principales responsables tienen una visión límpida y totalmente penetrante y lúcida de lo que se traen entre manos (“Esto es lo que proyecté, ambicioso, pero helo aquí”). Y un final abierto para darle al coco y poner en jaque a nuestras neuronas.

3 comentarios:

nn dijo...

Pues la verdad que tratandose de cine japones, estos ultimos años han salido films de gran calidad... espero ver esta peli pronto, al migual que muchas otras que has criticado...!!! saludos...!!!

Twister dijo...

Ante semejante crítica poco ha de decirse, es la tercera vez que me la leo pues retrata fielmente la película, yo me aburrí un poco con ella, a pesar de ser deliciosa.

Antonio Rando dijo...

A mi me ha parecido de lo mejor que he visto en mucho tiempo.